Por algo dicen que México es uno de los países más corruptos del mundo, la histórica frase de Benito Juárez, “Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”, es violada constantemente por los que detentan cargos públicos, desde un presidente auxiliar municipal hasta el presidente de la República.
El caso de Javier Duarte de Ochoa, quien no pudo terminar su gobierno en Veracruz porque ya no se podía sostener con tanto saqueo, fue tanto el dinero que se llevó que le era imposible seguir.
Nadie sabe, nadie ha dicho con precisión el monto de los recursos que desvió Javier Duarte, las autoridades federales hablan de 45 mil millones de pesos, otros dicen 60 mil millones, otros aseguran que superó los cien mil millones de pesos.
En un país de gobiernos corruptos las mismas autoridades dicen que no saben lo que se llevó su compañero que detentaba el poder en Veracruz.
Sin duda la Secretaría de Hacienda, la Auditoría Superior de la Federación, el Congreso federal, los mismos organismos en el estado de Veracruz, saben perfectamente a cuánto asciende el desvío no sólo de Javier Duarte, sino de todos los gobernadores y presidentes municipales del país, porque todos desvían recursos, unos más, otros menos, pero todos toman dinero de las arcas públicas para beneficio personal.
Lo que pasa es que a Javier Duarte se le pasó la mano, robó más de lo tolerable, el sistema le dijo, no manches, te puedes llevar un poco de dinero, pero no tanto, te tenemos que detener, y lo detuvieron.
Vamos a suponer que el estado de Veracruz por su tamaño y población recibe de la federación un presupuesto anual promedio de 75 mil millones de pesos, si Javier Duarte gobernó por más de 5 años manejó más o menos 375 mil millones de pesos, más los ingresos propios del estado, por lo que pudo superar fácilmente los 400 mil millones de pesos, de todo esto ¿cuánto se llevó?, no se sabe, ni se sabrá.
El señor Javier Duarte casi tomaba la mitad del presupuesto para él, fue tanto el desvío, que dejó a los veracruzanos en la calle, la obra pública era mínima, desatendió la educación, la salud, el campo, la pobreza se extendió en el estado, uno de los estados más ricos en recursos naturales, pero también uno de los más pobres del país.
Pero Javier Duarte no es el único, ahí está el ex gobernador de Chihuahua y Tamaulipas, este último fue detenido en Italia. Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, estado que dejó súper endeudado, sigue libre.
Como ellos hay otros gobernadores y ex gobernadores que han desviado miles de millones de pesos, pero ni siguiera se les investiga y mucho menos hay órdenes de aprehensión en su contra, a ellos el sistema los soporta porque han robado lo tolerable, digamos unos 500 o 600 millones de pesos cada uno, son poquiteros se dice, y bueno con ellos no pasa nada, y aunque haya denuncias de organizaciones, no proceden, o dejan que pase el tiempo y no pasa nada.
El sistema político mexicano tolera los desvíos de recursos porque todos se protegen, el sistema se auto vigila, se pone sus propias auditorías, y organismos que se suponen vigilan el manejo de recursos, como la famosa Fiscalía Anticorrupción, el sistema hace campañas por los medios electrónicos pidiendo la denuncia de los ciudadanos ante todo acto de corrupción, esto con el fin de hacer creer a la población que se combate la corrupción.
Lo que se necesita no es que el gobierno se auto vigile, sino que sea la sociedad civil, las organizaciones sociales, las que lo hagan, organismos autónomos no vinculados al gobierno los que vigilen el actuar del gobierno.
Si a Javier Duarte lo detienen y encarcelan es porque se le pasó la mano, casi se lleva la mitad del presupuesto de Veracruz, eso el sistema ya no lo podía tolerar a los ojos de todo México y el mundo.
Y aún así habrá que seguir la pista al caso porque no se descarta que en unos meses lo liberen una vez que regrese por lo menos el 80 por ciento de lo que se robó, o quizás no ocurra porque por ejemplo la maestra Elba Esther Gordillo sigue presa, lleva ya años, el monto de lo que se llevó es de varios miles de millones de pesos.
Si se observa, se pueden contar con los dedos de las manos (y sobran) los políticos que han sido encarcelados, son muy pocos, si realmente se castigara a todo político que desvía recursos para su beneficio personal, sin importar el monto, serían miles de ellos los que estarían en la cárcel.
Pero estamos en México en donde gobierna un sistema económico y político que le caracteriza la corrupción, un sistema en el que los gobiernos y políticos de todo nivel se enriquecen con recursos públicos, hacen negocios, adquieren propiedades, carros de lujo, envían a sus hijos a escuelas privadas, se van a pasear por el mundo, todo con recursos públicos.
Javier Duarte es sólo un caso, pero ¿Cuántos de los que formaron parte de su gobierno también desviaron recursos?, y nadie los toca, seguramente porque robaron menos.
Alguien dijo, la corrupción somos todos, a lo mejor sí porque todos nos cuidamos de todos, ya no hay confianza en nadie, hasta el tendero de la esquina trata de cobrar de más, dar cambios incorrectos, estamos en un país de sálvese quien pueda.
Pero lo intolerable es que allá arriba, en el poder, hagan lo que quieran con los recursos públicos, que se auto vigilen, que se rindan cuentas a ellos mismos, que roben a placer y que sólo a tres o cuatro sancionen, cuando son miles los que se llevan los millones, eso es lo intolerable.