Las negociaciones, sobre el caso de imponer aranceles a las importaciones de azúcar originaria de México, fueron suspendidas este lunes y se encuentran en punto muerto, pese a las amenazas del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump de aplicar el 44 por ciento de impuestos si los gobiernos de ambos países no llegan a un acuerdo como fecha límite el 5 de junio.
“Después de que las negociaciones llegaran a un punto muerto, el Departamento de Comercio notificó formalmente al gobierno de México su intención de reanudar la recaudación de derechos antidumping y compensatorios sobre las importaciones de azúcar el 5 de junio del 2017, a menos que se llegue a un acuerdo”, refirió el Departamento de Comercio en un comunicado.
“La Secretaría de Economía está en la mejor disposición de llegar a una solución negociada que vele por los intereses de los productores y exportadores mexicanos y asegure un buen funcionamiento del mercado de edulcorantes (azúcar-fructosa) en nuestra región”, indicó la dependencia.
La cuestión radica esta vez en que la floreciente industria de los melt houses, que convierten la azúcar granulada en líquida (usada en bebidas, helados y productos horneados), está comprando más azúcar mexicana sin refinar, quitando una porción de esta proveeduría a plantas refinadoras.
En el 2000, Estados Unidos impidió el uso de cupos de importación de azúcar originaria de México, como lo establecía el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque sí permitió el libre comercio de este producto a partir del 2008.
Pero, a finales del 2014, los dos países llegaron a un “acuerdo de suspensión”, ante el riesgo de que el gobierno estadounidense pudiera fijar cuotas compensatorias a las importaciones de azúcar mexicana, tras haber iniciado investigaciones por dumping y subsidios.
Cabe mencionar que los derechos compensatorios y antidumping suspendidos oscilan de 5.78 a 43.93% y de 40.48 a 42.14%, respectivamente.
El convenio obliga a México a vender a un precio mínimo de 0.2357 dólares la libra de azúcar refinada y a 0.2075 dólares el azúcar sin refinar; limita los envíos de azúcar refinada a no más de 53% del total de exportaciones en cada año, es decir, al menos 47% deber ser azúcar en bruto, y el volumen se fija anualmente en función de las necesidades previstas de Estados Unidos.
“Aunque lamento que tales medidas fueran necesarias, espero que México y Estados Unidos puedan llegar a un acuerdo justo antes de junio”, dijo el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross.
El Departamento de Comercio planteó que “si no se llega a un acuerdo antes del 5 de junio del 2017, las órdenes antidumping y de derechos compensatorios que actualmente están suspendidas serán operativas y se requerirán depósitos en efectivo sobre las importaciones”.