Redacción / Izúcar de Matamoros, Pue.
Desde el 2010, un grupo de científicos y artistas decidió empezar un proyecto propiamente con ingenio mexicano, que hoy ya ha dado frutos; tal es el caso de la creación del nanosatélite Ulises 1; el cual sus creadores lo definen como un satélite científico-cultural, y que en los últimos años ha sido una de las grandes innovaciones que ha creado México a nivel de ciencia y tecnología.
El proyecto Ulises 1 se ha desarrollado en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) a iniciativa del Colectivo Espacial Mexicano.
El nanosatélite realizará un viaje extenso transportando y transmitiendo fuera de la Tierra el arte sonoro creado por artistas de un Colectivo, integrado por destacados artistas y liderado por el reconocido fotógrafo mexicano Juan José Díaz Infante.
Se trata de un nuevo proyecto que tiene como iniciativa realizar misiones espaciales, así como actividades pedagógicas, para que estudiantes de nivel superior y artistas intercambien ideas. Esta innovación de “vanguardia internacional” incentiva la creatividad y, al mismo tiempo, el desarrollo tecnológico en México. Así lo explicó Juan José Díaz Infante.
Fue diseñado como un instrumento y dispositivo de experimentación sonora que tiene capacidad para orbitar a 300 kilómetros de distancia de la Tierra y transmitir su señal desde el espacio a 436.5 megahertz.
Al estar en una órbita polar baja; el satélite puede dar una vuelta alrededor del mundo cada 90 minutos.
El pequeño aparato lleva un mensaje o poema en clave morse y puede ser escuchado durante 10 minutos al día en una estación de radio amateur, ubicada en la base terrestre del INAOE.
Díaz Infante apuntó que al menos 25 mensajes fueron programados para transmitirse desde el espacio, desde un “Hola, vengo en paz y “Soy Ulises”.
El funcionamiento del nanosatélite Ulises 1 ya ha sido completamente probado tanto en el laboratorio como en el campo, con lo cual está listo para su lanzamiento en el último tercio de este año, comentó Celso Gutiérrez Martínez, investigador del INAOE.
En este contexto, explicó que el dispositivo ha sido probado en tres condiciones distintas. Primero se sometió a una prueba de funcionamiento en transmisión-recepción en una distancia relativamente corta, de 37 kilómetros.
Esta primera prueba de campo permitió validar y ajustar parámetros de funcionamiento en el proceso de optimización del nanosatélite, así como de la estación terrena receptora.
La segunda prueba fue en la estratósfera, mediante vuelo suborbital en globo. El vuelo alcanzó una altura de 30 kilómetros y se alejó del sitio de lanzamiento 50 kilómetros. La terminal Ulises 1 funcionó satisfactoriamente ese día, validando la misión espacial en condiciones de gran altura.
Y el pasado 12 de febrero se realizó una prueba de funcionamiento en transmisión-recepción de muy larga distancia (107 kilómetros). Esta prueba, mediando una distancia de más de 100 kilómetros, un tercio de la altura de la órbita de Ulises 1 en el espacio, permitió validar el funcionamiento de la misión espacial en condiciones de gran distancia.