Elizabeth Soriano / Izúcar de Matamoros, Pue.
El 30 de abril se celebró el Día del Niño, una fecha donde se festeja a los pequeños de casa, reconociendo sus derechos y destacando el papel tan fundamental que tienen en todos los ámbitos de la vida de una familia y de una comunidad.
Por ello, en Izúcar de Matamoros, luego de dos años de pandemia y confinamiento, regresaron los festejos para los infantes, quienes desde muy temprano iniciaron con la fiesta.
En el Parque Pavón, el Ayuntamiento de Izúcar de Matamoros realizó un circuito vial, donde los niños pudieron experimentar de cerca la cultura vial, llegando con sus bicicletas y triciclos y sintiéndose todos unos agentes de Vialidad.
Además, mostraron sus dotes de artistas dibujando y pintando ilustraciones relacionadas a la importancia de tener una buena cultura vial, todos ellos aprendieron y a la vez se divirtieron.
Asimismo, en el auditorio municipal, los grupos de la parroquia de Santa María, realizaron un encuentro y reconciliación con los niños, con la temática “Dejen que los niños vengan a mí”, en donde pudieron experimentar dinámicas, juegos y acercarse un poco más a su fe.
Dicho encuentro tuvo el objetivo de destacar el papel de la familia para un niño, donde se forman sus primeros valores y parte fundamental de su educación a la hora de desarrollarse en una sociedad.
A la vez, se buscó que los pequeños tuvieran esa reconciliación consigo mismos, con sus padres y con su fe, luego de dos años de confinamiento, de agotamiento mental y físico tras la pandemia.
Del mismo modo, se tuvo la meta de que el niño tuviera un espacio de convivencia, sanación, reconciliación con su persona, sus papás y toda su familia.
Pero la celebración no terminó ahí, pues por la tarde, el Ayuntamiento izucarense ofreció a los pequeños el “Festival de la Infancia Kidzúcar”, donde se deleitó a los niños con pinta caritas, inflables, botargas, arte circense y juegos de destreza.
De igual forma, pudieron disfrutar de unas ricas palomitas, espectáculos infantiles, teatro, actividades educativas o hasta montarse en unos caballos pony; se recordó el papel tan importante de los niños en la vida de las personas y toda la alegría que representan en las familias de Izúcar de Matamoros.