Gritos, manoteos, saludos sin responder, mensajes directos, sarcasmo e insultos directos es lo que se pudo ver durante la comparecencia de Lorenzo Córdova consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) ante la Cámara de Diputados, donde explicó las razones del presupuesto del INE para el 2022, que será de 24 mil 649 millones 593 mil 972 pesos.
“¡Bájate el sueldo!”, “¡Traidor!”, “¡Cobarde!”, “Pueblo pobre… INE Rico” fueron los reclamos que los diputados de Morena y del PT expresaban con gritos y cartulinas en contra de Córdova, quien por primera vez en la historia compareció ante el pleno de la Cámara Baja.
En defensa del instituto, panistas como Mariana Gómez del Campo y Teresa Castell mostraron frases como: “INE es México” y “Yo defiendo al INE”.
El principal objetivo de la comparecencia era que Córdova sustentara el presupuesto solicitado por el INE, de 24 mil 650 millones de pesos para 2022; sin embargo, se convirtió en una batalla campal, con insultos y hasta descalificaciones.
El consejero presidente del INE dijo que para la Consulta Popular y la Revocación de Mandato de 2022, contempladas en el artículo 35 constitucional, el organismo está solicitando una partida precautoria necesaria por cinco mil 743.5 millones de pesos
En la primera ronda de intervenciones, Óscar Cantón Zetina, expriista, experredista, exverde, y ahora diputado de Morena, dejó con el puño extendido al consejero presidente al llegar a tribuna.
Al ver la descortesía, Córdova le dio unas palmadas en la espalda, a las que el legislador respondió aríscamente: “¡No me toques! ¿Qué te crees? ¡Igualado!”.
Otra intervención que también causó revuelo fue la del vicecoordinador del PT, Gerardo Fernández Noroña, subió a tribuna y le dijo que era bienvenido a la Cámara de Diputados, que ahí podía hablar sin mordaza, a diferencia de la que impone arbitrariamente en el INE, porque con su enloquecedora arrogancia se cree autoridad sanitaria, después de que el propio Córdova y todo el Consejo General lo dejaron solo en el órgano electoral, por negarse a usar cubrebocas en plena pandemia.