Juan Rubio / Izúcar de Matamoros, Pue.
En la calle Melchor Ocampo en Izúcar de Matamoros, se encuentra un edificio histórico multiusos, utilizado actualmente como basurero clandestino, además de albergar a personas en situación de calle. Este edificio presenta riesgo de derrumbe, ya que es incompleto y parte de él está ocupado por juegos mecánicos infantiles.
Desde hace aproximadamente dos semanas, la zona carece de alumbrado público, situación por la que algunos vecinos se han movilizado para exigir soluciones a las autoridades. A esta falta de mantenimiento se suma el respaldo que da el ayuntamiento a actividades ilegales, como el uso de drogas, fomentado dentro del área de la construcción, ya que estas actividades se continúan realizando al interior del mismo, sin que logren evitar estas acciones ilegales.
Según José N., vecino del lugar, la situación actual es el reflejo de la falta de autoridad por parte del municipio. Además, afirma que fue apenas en la pasada administración cuando rehabilitaron la calle Melchor Ocampo, sin embargo, con el tiempo, se careció del mantenimiento necesario para el alumbrado y se convirtió en un “asco”.
El vecino señala que en el lugar han colocado juegos mecánicos infantiles, situación que él desconoce: “No sé quién les dio permiso de poner esos juegos ahí”. Además, señaló que “a cada rato” hay robos en la zona producto de “una bola de sinvergüenzas armados” que aprovechan la oscuridad que impera en la calle y el basurero clandestino.
Con motivo de la próxima fiesta de Corpus Christi, los vecinos exigen al ayuntamiento que haga algo antes de que sea tarde. Así, se pretende proteger a la gente que vive en la zona y evitar un accidente en la construcción, ya que se corre el riesgo de que derrumbe la parte de la construcción que quedó en pie después del sismo del 19 de septiembre de 2017.
Es prioritario que el ayuntamiento tome cartas en el asunto ya que el riesgo de seguridad es inminente. Teniendo en cuenta el histórico y estado actual de la construcción, el grueso de la responsabilidad en manos de la alcaldesa Irene Olea Torres. La solución debe llegar lo antes posible, con el alumbrado y seguridad adecuados para poder disfrutar de una celebración sin riesgos.