Redacción / Izúcar de Matamoros, Pue.
Un nuevo y escalofriante caso de acoso sexual ocurrió a bordo de un autobús de la empresa Oro de Izúcar de Matamoros en la ruta a la ciudad de Atlixco, Puebla.
Una pasajera, cuyo nombre se desconoce, contó su experiencia al colectivo Marea Púrpura. Ella relató que tomó el autobús de la empresa de 2:00 PM el pasado jueves 27 de julio de 2023 para viajar hacia Atlixco, llegando a la terminal aproximadamente a las 2:15 PM. Al subir al vehículo, ella se apresuró a buscar un lugar adecuado para sentarse, específicamente al lado de la ventana. Degustando la música que el conductor colocaba, un hombre se acomodó a su lado, momento en el que el ambiente comenzó a dar vuelta.
De acuerdo a su testimonio, el señor parecía dormido y comenzó a abrir sus piernas hasta que comenzó a rozar con las piernas de la afectada. “en eso vi que como que en su bolso de lado de mi pierna estaba mojado. Pensé que ese sería el pretexto para decirle que algo se le estaba regando y que se parara o moviera (tontamente pensé que podía traer una paleta o algo de comida que estaba exprimiendo) pero a los segundos casi ni quise pensar (caer en cuenta) en «qué realmente era» porque era un bulto, es decir, su miembro.
Ella estaba muy incómoda y alarmada, pero no dudó en tomar medidas y enfrentar de inmediato al hombre. La pasajera le pidió al señor cambiarse de asiento y ella por su parte, se ofreció a irse al lugar de atrás. El hombre aceptó y se retiró, mientras ella celebró su salida.
Hace un mes ocurrió un caso similar en la misma ruta
Cabe recordar que el pasado domingo 11 de junio por la noche, Ariel N. una chica de este municipio denunciaba el acoso sexual que sufrió durante su trayecto en un autobús de Izúcar de Matamoros a Puebla. Según su relato, ella tuvo una micro siesta durante el trayecto entré Atlixco y Puebla, cuando despertó sintió algo extraño en su pierna, y al ver descubrió un varón algo mayor acariciándola sin su consentimiento y tocándose su miembro.
Ella logró grabar un vídeo en donde se ve levemente la cara del agresor, quien vestía pantalón de color gris oscuro, camisa amarilla y un suéter negro. Después de la breve confrontación, el hombre decidió fingir quedarse dormido para evitar responder por su crimen.
La joven se encontraba vulnerable frente al agresor y esa situación remarca la vulnerabilidad que viven todas aquellas que se encuentran en situaciones dentro de los medios de transporte públicos. Por lo que las autoridades, tienen la obligación de garantizar la seguridad de los mismos y tomar las medidas necesarias para evitar casos como este.
Ariel pide que todos aquellos que realicen el mismo recorrido tome precauciones y prevengan cualquier intento de abuso a su integridad. La violencia y el acoso debe ser erradicado. Se espera que Ariel encuentre justicia y que los responsables sean sancionados.