*Esta línea de investigación descartaría que fu cadáver fue utilizado para introducir droga al penal*
Redacción / Puebla.
El cuerpo del bebé de tres meses que fue encontrado en el penal de San Miguel no fue ocupado para distribuir droga dentro del Cereso, sino que fue sustraído para realizar prácticas de brujería o santería, pues según trabajadores del panteón de donde fue desenterrado el cuerpo del menor de edad, tienen conocimiento que para eso se utilizan los restos humanos.
Sobre lo sucedido, de momento no se tienen grandes avances al respecto, y aunque se descartó que Tadeo fuera utilizado para ingresar droga al penal (pues la cirugía que tenía fue consecuencia de un mal intestinal que padecía de nacimiento y que le costó la vida), una de las líneas de investigación más sólida de los agentes es que, presuntamente, el cadáver fue sustraído para una práctica de brujería o santería.
Se dio a conocer que al interno del penal de Puebla al que le hicieron llegar el cadáver no ha rendido su declaración.
Pero trascendió que está recluido por el delito de robo con violencia y que dentro de la cárcel se dedica a hacer “trabajos de santería negra”, por lo que se refuerza la hipótesis de las autoridades capitalinas.
En tanto, personal ministerial, peritos y detectives de la Policía de Investigación realizaron el pasado sábado una inspección en un cementerio de Iztapalapa.
Empleados del lugar entrevistados por “EL UNIVERSAL” revelaron también que las osamentas que de ahí sustraen son utilizadas para rituales de santería y brujería; sin embargo, hasta el momento, esa versión no se ha corroborado por autoridades.