La semana pasada, el rector de la Universidad “Vasco de Quiroga”, en Michoacán, y dirigente de la Organización del Bien Común, José de Jesús Castellanos López, reconoció públicamente la existencia de la organización secreta (“reservada”, la llama él) Yunque, creada en la ciudad de Puebla en 1953 y heredera de una tradición de sociedades ocultas que nacieron a partir de 1915, con la aceptación, tolerancia o control de miembros de la alta jerarquía católica.
Los comentarios en torno a esta revelación, que fue publicada en el portal www.aciprensa.com, espacio informativo católico, con el título: “El Yunque” rompe el silencio: Ni organización secreta ni desobediente a la Iglesia, son muy diversos, incluso algunos articulistas aseguran que esto significa el fin del Yunque.
En primer lugar, el sitio ACI Prensa se ha caracterizado por su orientación conservadora y el artículo en cuestión, sustentado en la información de Castellanos López, resulta ser una justificación de esta agrupación que el entrevistado insiste, no se llama Yunque, sino Organización del Bien Común (OBC).
Efectivamente, la OBC existe y tiene una página en Internet: http://paraelbiencomun.org/ donde muestra una serie de actividades entre la que todavía se destaca, en su portada, el IV Congreso de Humanidades “Pensamiento para el Bien Común”, realizado en agosto del año pasado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), institución fundada por militantes del Yunque en 1973.
En dicho Congreso, participaron como ponentes, entre otros, el entonces todavía obispo auxiliar de Puebla Eugenio Lira Rugarcía y Antonio Sánchez Díaz de Rivera.
El sitio ofrece acceso a temas sobre Fe y Política; Pensamiento Político; Familia, Educación y Juventud; Historia; Desarrollo Sustentable; Paz, Justicia y Derechos Humanos; y Sociedad y Cultura. En todos ellos se mantienen los principios que el sector conservador radical de católicos ha mantenido desde principios del siglo XX.
La información de ACI Prensa hace hincapié en que la OBC no es una organización secreta, pero tiene una “norma de discreción” que, según Castellanos López, tiene una doble finalidad: por un lado, para que “sus miembros vivan la virtud de la humildad”, y por otro, “el bien y la seguridad de sus integrantes”.
A pesar de que el rector de la Universidad “Vasco de Quiroga” que fue una de las organizadoras del IV Congreso de Humanidades “Pensamiento para el Bien Común”- insista en que el Yunque, al que llama la OBC, es una organización “discreta”, tanto su estructura como las normas que la rigen responden a una tradición que inició en Morelia el entonces canónigo Luis María Martínez y continuaron otros seglares militantes de la Unión de Católicos Mexicanos (la U), a través de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa (LNDLR), Las Legiones, La Base, Los Tecos, Los Conejos y El Yunque, todas ellas con una estructura piramidal sustentada en la secrecía.
Un documento de los Archivos Secretos del Vaticano, rescatado por el investigador Ives Solís (Asociación espiritual o masonería católica: la U. CIDE. 2008. p. 121-137), que los dirigentes de la U enviaron a Roma en 1922, revela que en cuanto a la secrecía, los militantes “hacen un grave juramento que obliga hasta la muerte a no revelar ni explícita ni implícitamente a los que no conste que sean socios cosa alguna relativa a la existencia, fines, organización, funcionamiento, numero [sic] y nombre de los socios”. Esto se continuó con la LNDLR cuyos miembros se distinguían por seudónimos, lo mismo que en las demás organizaciones afines hasta llegar al Yunque.
De este modo, se deduce que la OBC, que actúa abiertamente, no es sino otra fachada del Yunque, como lo fueron en su momento el Frente Universitario Anticomunista, el MURO y el Movimiento Cristianismo Sí, y como lo fueron para La U la Cofradía del Espíritu Santo y para La Base, la Unión Nacional Sinarquista. Esto es parte de su estrategia. Además, existe información, desde 2004, de que el Yunque actúa en España a través de las organizaciones Hazte Oír y Derecho a Vivir.
El Yunque, pues, cambia de camisa, pero sigue siendo el Yunque.