Hipólito Conteras /Opinión Libre
Hasta hace poco más de seis años Puebla capital y los demás municipios mostraban una relativa calma, había cierta tranquilidad, los ciudadanos, las familias se sentían más seguras.
Hoy las cosas han cambiado, la delincuencia poco a poco fue creciendo e hizo de Puebla un estado inseguro.
Alguien dice que los delincuentes vienen de fuera, de otros estados, principalmente del Estado de México, Veracruz y Morelos, lo cual es cierto, pero también en alto porcentaje son poblanos.
Las cifras colocan a Puebla en un mal lugar en materia de seguridad, todo indica que los delitos que se cometen en Puebla están por arriba de la media nacional, lo cual ya es muy preocupante.
Es obvio que cuando la inseguridad crece en un territorio es porque las cosas no andan bien, existen fallas, las políticas no funcionan como deben, muchas cosas están fallando.
Si la inseguridad la estuvieran causando delincuentes de otros estados, entonces se diría, no es problema de Puebla, sino de otros estados que nos envían a su gente mala.
Sin embargo, muchos de los delitos que se cometen son de poblanos o de gente que radica en este estado, lo que indica que la economía de Puebla no anda bien, que las cosas en general no marchan bien.
Cuando una economía funciona es porque genera beneficios y empleos para todos, los precios no se disparan, los niños y jóvenes estudian, las empresas crecen, hay estabilidad económica, los servicios básicos se proporcionan bien.
Por supuesto que Puebla es afectada por el entorno nacional, si la economía nacional no anda bien, los efectos llegan a todos lados, pero aún así hay estados con más o menos hechos delictivos, y en Puebla han crecido en los últimos seis años.
Dentro de los hechos de violencia en Puebla han aumentado los llamados feminicidios, los que sólo en lo que va del año se contabilizan alrededor de 56, es decir, casi 10 mensuales, lo cual habla de lo mal que andan las cosas, de la urgencia de cambios.
El reciente asesinato de Meztli Sarabia Reyna, hija de Rubén Sarabia Sánchez, vino a demostrar la grave inseguridad en Puebla, y aunque se diga que fue un ajuste de cuentas, o un asunto de narcomenudeo, lo cierto que fue uno más de los tantos delitos que se cometen en Puebla.
No basta que las autoridades muestren capacidad y disposición para castigar a los responsables de los delitos, sí hay que hacer justicia, sí debe imperar el estado de derecho, si esto se hace es bueno, pero lo que más importa es hacer muchas cosas para disminuir los delitos, hacer que ocurran menos, que estén dentro de los límites tolerables.
No se trata de llenar de policías la ciudad capital y el estado, llenar de patrullas, armas, equipos, etc., eso no funciona, tampoco funciona que se incrementen las penas a los delincuentes, todo esto implica una elevada inversión y no resuelve el problema.
Lo que sí funciona es que crezcan las oportunidades, las inversiones, los empleos, los proyectos productivos, ofrecer una mejor educación a todos los que la soliciten, apoyar el campo en todo lo que se pueda, apoyar a las mujeres y jóvenes en lo que pidan.
Esto sí funciona y representa un antídoto contra el delito, un buen entorno económico impide la violencia, una buena inversión en educación la aleja.
Hace unos días un organismo empresarial propuso que en Puebla se creen los llamados grupos civiles de autodefensa, que tengan reconocimiento y apoyo oficial, dice que esto ayudará a combatir el delito.
Lamento que un organismo empresarial proponga eso, es como decirle a la sociedad civil que se arme y se defienda de los delincuentes, o sea, a la violencia responderle con violencia, no creo que sea la solución.
Si se crearan esos grupos de autodefensa sería como decirle al gobierno, tú no eres capaz, tenemos que defendernos solos, crear nuestras propias defensas, crecerían aún más los linchamientos, sería la ley de la selva, sálvese quien pueda, creo que por ahí no va el asunto.
Si en Puebla y el país crece el índice de violencia, el gobierno y sociedad tienen que reaccionar, la violencia lleva a la ingobernabilidad, al desorden, y eso no es lo que queremos.
Es posible reducir los delitos con mejores políticas de gobierno, con una sociedad más preparada, incrementemos las oportunidades, facilitemos las cosas a los que buscan estudio y trabajo, mejoren los sistemas y contenidos educativos, que nadie se quede sin escuela, mejoremos la alimentación de todos, controlen los precios, bajen los altos salarios en la cúpula de gobierno, controlen la avaricia de los bancos, bajen los precios de servicios, bajen los impuestos, mejoren los salarios.
Si eso se hace, la delincuencia va a bajar en gran medida, y a Puebla y el país, volverá el desarrollo, el crecimiento, la estabilidad.