Como vieron el crecimiento que ha estado alcanzando el Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) muchos políticos abandonaron sus partidos para sumarse al nuevo instituto político, la desbandada sigue y sigue, y los problemas internos también.
En Morena ya hay políticos de todos los colores, rojos, amarillos, azules, verdes. Morena no puso condiciones, abrió sus puertas para recibir a los inconformes, los rebeldes de otros partidos.
Ahora el problema es que en Morena ya hay de todos los moles, hay para escoger, esto ha generado un problema interno por la disputa de candidaturas.
No se niega que entre los que buscaron refugio en Morena hay buenos políticos, conscientes, sencillos, capaces, con propuestas avanzadas, de trato amable, pero hay otros con los que no es recomendable salir ni a la esquina, son esos que sólo buscan candidaturas para seguir engordando su patrimonio y cuentas bancarias.
Este es el problema que hoy tiene Morena, el abrir sus puertas para que ingresen todos los que quieran tiene sus ventajas y desventajas, ventajas porque pueden llegar buenos líderes que ayuden a llevar adelante el proyecto político del partido; desventajas porque al partido llega gente negativa que le puede generar serios problemas, gente que sólo busca el poder, el cargo, para seguirse enriqueciendo.
Como advertía el maestro Abraham Quiroz Palacios, ex candidato al gobierno del estado, se corre el riesgo de que los nuevos que llegan al partido si llegan a ser mayoría terminarán por apoderarse del partido, con lo que se perderán los objetivos que hoy defiende, que no son otros más que crear un nuevo gobierno más justo, más humano, más bueno, que genere oportunidades para todos.
Como Morena se llenó de gente de otros partidos, ahora enfrenta la disputa por las candidaturas, rumbo a la elección presidencial del 2018, todos quieren ser gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales.
Ya saben que en Morena pesará mucho en las decisiones la opinión del dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador, independientemente del consejo estatal y nacional, lo que diga será determinante, no hay que olvidar por ejemplo que Abraham Quiroz Palacios fue una decisión del líder nacional, el resultado fue bueno porque Morena se posicionó como la tercera fuerza política.
Con la llegada de los políticos provenientes de otros partidos, se observan algunos buenos elementos como Fernando Manzanilla Prieto y Alejandro Armenta Mier, los dos tienen buenas cartas de presentación, tienen fama de honestos, trabajadores, sencillos en su trato, con buenas propuestas.
No hay que olvidar que por ejemplo Fernando Manzanilla Prieto rompió con el ex gobernador desde el segundo año de gobierno al ver que Moreno Valle había dado un cambio de 360 grados en su política de gobierno, rompió con el propósito original que era hacer un gobierno cercano a la gente y con muchas acciones para lograr una mayor igualdad.
Como las promesas de campaña no se cumplieron, Manzanilla Prieto decidió abandonar el barco y dedicarse a sus actividades privadas, si su objetivo hubiera sido utilizar el poder para enriquecerse habría terminado el sexenio, todo esto habla bien de él, esto lo tomarán muy en cuenta en Morena a la hora de tomar decisiones.
Alejandro Armenta es un político bueno, honesto, sencillo, de buen trato, cercano a la gente, capaz y bueno, también será observado por la dirigencia nacional de Morena.
Dentro de Morena, de los auténticos morenistas, también hay gente muy capaz, entre ellos el diputado Rodrigo Abdala y el dirigente estatal Biestro Medinilla los dos son gente buena, sencilla, pero sobre todo muy capaz.
Es muy probable que en Morena se dé una depuración natural y que quienes sólo buscan candidaturas para beneficio personal al no lograrlo den marcha atrás, aunque claro, ya no serán recibidos por sus anteriores partidos.
Lo importante es que Morena no pierda sus principios, objetivos, ideales, que por meter tanta gente termine mal, es bueno que tome a los mejores elementos, los que coinciden con los ideales y principios, con los objetivos generales, lo demás que los deseche. Morena no es agencia de colocaciones ni refugio de malos políticos.
La gente, los ciudadanos, quieren un partido bueno, que los represente, los defienda, los ayude, que sea buena opción de gobierno, si Morena va en ese camino, que no se desvíe ni un centímetro, tendrá buenos resultados.
Si Morena en Puebla dejó buenos resultados en la pasada elección con el maestro Abraham Quiroz Palacios, ahora los debe refrendar poniendo al mejor candidato, Puebla podría ser gobernado por el nuevo partido, y como la elección del 18 es para todos los estados, Morena podría gobernar en muchos.
Lo importante es que Morena no se divida, no lo dividan los malos políticos que llegan, la unidad será factor fundamental para lograr buenos resultados.
Debe tomarse en cuenta que Morena contará con los más bajos recursos distribuidos por el INE, esto lo deberá superar con unidad y trabajo, con excelentes candidatos, con el apoyo de las organizaciones sociales y de todo tipo, y los ciudadanos que buscan un cambio para este país.