Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
Se afirma que en el presente gobierno que está por terminar el campo mexicano creció y que mejoraron las expectativas de vida de millones de productores. Sin embargo, la pobreza en la que se encuentran miles de comunidades y los altos precios de los productos del campo, dicen lo contrario.
Hay dos visiones del campo mexicano, por un lado, grandes productores tecnificados del norte de México, por otro los pequeños productores minifundistas del sur. Los grandes productores son los beneficiados con los recursos de los programas federales, de los créditos institucionales y de los demás apoyos federales. Los pequeños productores del país no tienen esos beneficios. Es el campo mexicano de las grandes contradicciones.
Sin embargo, de manera global, y aun con esas desigualdades, el campo mexicano sólo destaca por ser exportador de hortalizas y, por el contrario, es importador de grandes cantidades de granos, porque la producción nacional es insuficiente para cubrir la demanda.
México también es importador de carne y leche, aun cuando se afirma que la producción ganadera es importante. Lo cierto es que hay déficit y que se tiene que cubrir con importaciones.
México tuvo un crecimiento agropecuario en los años 60 y parte de los 70, cuando el estado mexicano brindaba buenos apoyos al sector. Después vino la debacle, el desplome de la producción y de los niveles de vida de la población rural con la llegada de los gobiernos neoliberales.
Hoy México, pese a sus exportaciones de hortalizas, es un importador de alimentos; es más lo que importa que los que exporta, la balanza comercial es deficitaria.
Con el triunfo rotundo de Andrés Manuel López Obrador en la elección del pasado uno de julio, se abre una esperanza para el campo mexicano, el presidente electo de México afirmó en campaña que de ganar la elección México tendría el mejor gobierno de su historia, el campo mexicano, los millones de productores, el gran sector rural esperan que así sea.
En los países en donde el campo es productivo es porque el sector es apoyado por el gobierno, le otorga subsidios, desarrolla infraestructura, construye presas, sistemas de riego, impulsa la comercialización y la transformación de los productos del campo, impulsa proyectos productivos, construye caminos, forma agrónomos y técnicos del campo, frena la migración rural a la ciudades y el extranjero, impulsa la educación, la salud, la vivienda, los servicios.
Todo eso hace un buen gobierno por el campo, y es lo que se espera en el gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador a partir del uno diciembre.
Un buen gobierno brinda las facilidades, los recursos, la actividad operativa corresponde a los productores, el desarrollo rural lo hacen todos, productores, sociedad rural y gobierno, no hay de otra.
En México tenemos productores buenos, capaces, trabajadores, inteligentes, organizados, ellos sólo necesitan un gobierno que los apoye, técnicos que los asesoren, de lo demás ellos se encargan.
Vamos a ver, a esperar la entrada del nuevo gobierno. Vamos a ver qué políticas pone en marcha en beneficio del campo y del sector rural. Para empezar, sabemos que se inicia la descentralización de las dependencias federales, una de ellas es la SAGARPA, la que paulatinamente será llevada al norte del país, los productores no saben los efectos de estas medidas.
Lo que preocupa es que si ya no habrá una delegación de SAGARPA en los estados ¿quién atenderá a los productores? Se requiere de una oficina aunque no se llame delegación, debe haber funcionarios que atiendan a los productores respecto a diversos apoyos y políticas de gobierno.
El asunto no es que desaparezcan las delegaciones, sino lo apoyos al campo, en cada estado del país debe haber oficinas federales para cada una de las áreas, el campo es una de ellas.
Un destacado agrónomo de la Mixteca decía que el gobierno debe ser un facilitador de todo, en el caso del campo debe ser un facilitador de los productores, un gobierno que no complique las cosas sino que las facilite, de eso se trata, de no complicar las cosas sino de facilitarlas.
Vamos a esperar los cambios del nuevo gobierno en materia agropecuaria y de desarrollo rural, deben ser buenos, si no es así ¿para qué fue el cambio?