Por las prácticas inadecuadas como el uso indiscriminado de fertilizantes químicos, la quema de pastos, caña y residuos agrícolas, el uso de hidrocarburos en el transporte y hasta la siembra de transgénicos, la actividad agrícola es la causante del 17 por ciento de las emisiones de bióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Sí, el otro 83 por ciento de las emisiones de carbono lo emiten las empresas contaminantes, los desechos urbanos de los municipios. Lo cierto es que todos en México y el mundo contribuyen para que cada año se emitan casi mil millones de toneladas de CO2, está es la causa principal del llamado cambio climático en el mundo.
Hoy queremos comentar un poco de lo que está sucediendo en el sector agrícola, lo que está generando no sólo emisiones de carbono a la atmósfera, sino la producción de alimentos poco confiables.
Sí, la tecnología avanza, hoy en el sector agrícola ha avanzado, los rendimientos son muy altos, se habla de 10, 12 y hasta 15 toneladas por hectárea, en países desarrollados como Estados Unidos se logran estos rendimiento, en algunas regiones del norte de México también se tiene una agricultura tecnificada.
El crecimiento poblacional de México y el mundo obliga a que se tenga que elevar la producción para satisfacer la creciente demanda.
Lo que no sabemos es si esos alimentos son sanos o por los insumos que se emplean resulten peligrosos para la salud.
El libre mercado ofrece abundancia de alimentos: huevo, leche, aceite, carne, frutas, azúcar, café, maíz, trigo, cebada, etcétera. Para su producción los países productores utilizan nuevas técnicas y sistemas, por ejemplo en la actividad ganadera y avícola, se utilizan químicos para lograr el crecimiento rápido de los animales, se desconocen los efectos en la salud de la población, lo cierto es que el cáncer, por ejemplo, ocupa ya los primeros lugares como causa de muerte.
La presencia de los llamados alimentos genéticamente modificados es cada vez mayor, un alto porcentaje de los que se comercializan en México tienen ese origen, sin que la Secretaría de Salud haya dicho algo sobre si representa o no un riesgo para la salud.
La parte opuesta a la producción con estos sistemas habla de una agricultura orgánica, sustentable, ecológica, agricultura en armonía con los recursos naturales, agricultura anticontaminantes.
Se habla por ejemplo del café orgánico, en el que no se usan abonos químicos sino orgánicos, compostas, lombri compostas. El resultado, productos limpios, mejores, más ricos, más naturales, en el mercado se cotizan más.
Esta es la tendencia que proponen organizaciones de productores, investigadores, instituciones. Es la llamada agricultura verde, la misma que practicaban nuestros antepasados, los que amaban la tierra, los bosques, las especies animales y vegetales, las flores.
No es lo mismo la agricultura comercial, tecnificada, y la agricultura que busca proteger los recursos y producir alimentos sanos.
La agricultura de las buenas prácticas, no emite contaminante al aire, al suelo, al agua, sino al contrario, protege los recursos.
Por supuesto una agricultura que imita al pasado por las buenas prácticas culturales, no puede evitar usar elementos modernos, los usa, pero sin afectar el medio ambiente.
La emisión de carbono a la atmósfera ocurre cuando se hacen quemas de residuos agrícolas, la quema de caña para facilitar sus cortes, el uso de productos químicos para hacer producir una tierra afectada por las malas prácticas.
En una agricultura protegida no se hacen quemas, todo se queda en la tierra, es abono natural que enrique el suelo agrícola.
En México se requiere de un nuevo sistema o modelo económico construir una nueva política al sector agrícola, política para un desarrollo sustentable del sector, política para proteger el agua, el suelo, los bosques, las especies animales y vegetales, políticas educativas para tener una sociedad rural arraigada, preparada y concientizada para proteger los recursos, su tierra y su comunidad.
El campo es la vida misma, es el centro de todo, debe ser un sector primordial para el sistema, para el gobierno y la sociedad.
La agricultura comercial tiene por fin el negocio, la producción masiva y tecnificada para vender grandes cantidades de alimentos, la calidad de los mismos no interesa, lo que interesa es vender.
Necesitamos con urgencia un cambio de sistema, un cambio de políticas para salvar el campo y sus recursos, la salud y la alimentación, un cambio de políticas para terminar con los efectos del cambio climático mundial.