Por: Alejandro García Azcué
Las teorías nos dicen que el elemento más abundante en el universo es el hidrógeno. Hace aproximadamente 5 mil millones de años, se formó el Sol, principalmente de Hidrógeno. Llego a compactar tanta cantidad de hidrógeno que implotó y ahora, ese material se está fusionando en helio (quemando), para dar energía a la tierra. Hace aproximadamente 4 mil 500 millones de años se formó la tierra, después de un choque con un protoplaneta llamado Theia.
La tierra tiene una gran variedad de elementos químicos. En el centro de la tierra abunda hierro y níquel, que le permite formar un campo electromagnético que sirve como escudo para protegernos de la radiación solar. La tierra, básicamente tiene cuatro capas; Un núcleo interno, un núcleo externo, un manto y la corteza. La corteza es una capa sólida de no más de 200 kilómetros de espesor. Es muy delgada, si la comparamos con una manzana, la corteza es apenas la cáscara. Debajo de la corteza, está el manto con un grosor de alrededor de 2 mil 800 kilómetros. Aquí el material es semilíquido y está en continuo movimiento. Cuando parte de este material emerge a la superficie, se llama magma.
Hace aproximadamente mil 500 millones de años, emerge a la superficie una masa sólida llamada Rodinia, que es un primer continente. Este continente se empieza a fracturar y se llama Pangea. En ese entonces ya existía la vida en el mar y también en ese proto continente, incluso, los dinosaurios.
Hace unos 250 millones de años, Pangea empieza a separarse en placas, formando los continentes actuales. El choque de estas placas ha generado toda la geología de la tierra. Desde los grandes valles hasta las grandes cordilleras.
México se encuentra dentro del continente americano, pero este continente está formado por varias placas, que se están moviendo constantemente. México es un país altamente sísmico porque se encuentra entre cinco placas tectónicas, que son la placa del Caribe, la del Pacífico, la de Norteamérica, la Rivera y la de Cocos.
Estas últimas dos placas se encuentran en subducción (se sumergen) debajo de la placa de Norteamérica. La Rivera se sumerge bajo Jalisco y Colima, mientras que Cocos lo hace debajo de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Debido a todas esas condiciones, es que, en esos estados, es donde se generan un 99% de los sismos en México.
Otra de las características para que se generen los sismos en esa zona, es que, a lo largo de mil 300 Km, que va desde el oeste de Estados Unidos (California), pasando por el poniente de México (desde Baja California hasta Chiapas), y luego hasta Sudamérica, existe una falla (ruptura), llamada “falla de San Andrés”. Por esta falla, se ha observado que los estados de Baja California se están separando de México a raíz de 10 cm anuales, por lo que a lo largo de muchos años serán una isla.
Paradójicamente, en México, en los meses de septiembre han ocurrido los sismos más desbastadores; por ejemplo, el del 19 de septiembre de 1985 con una magnitud en la escala de Richter de 8.1, originado en las costas de Michoacán.
El del 19 de septiembre de 2017 con una escala de 7.1 con epicentro en Axochiapan, Morelos (a 40 Km de Izúcar). Cabe aclarar dos cosas; la primera es que la escala con que se miden los sismos el logarítmica, es decir, un sismo de escala 8, es 10 veces más potente que uno de 7, y 100 veces más potente que uno de 5. La segunda, es porque el sismo de 2017, siendo prácticamente diez veces menor que el del 85, hizo más daño en esta zona. Lo que pasa, es que el sismo de 2017 fue en Axochiapan (prácticamente en Izúcar).
Ahora viene una pregunta obligada; ¿Temblará nuevamente este 19 de septiembre? Estudios demuestran que cada año y medio se presenta un sismo con escala arriba de 7. Pero estas son solo predicciones, no existen estudios hasta ahora que pronostiquen la fecha exacta de un sismo y menos que algún charlatán con afán de ganar fama, lo presagie.
Los sismos van a ocurrir en cualquier periodo de tiempo y no en meses específicos. Lo que sí es importante, es tener conciencia de que vivimos en una zona sísmica y por lo tanto tenemos que estar preparados para cualquier imprevisto.
Tenemos que educarnos para la prevención, en donde las normas de construcción deben de ser más rigurosas. Por eso es tan importante que las nuevas generaciones estudien y no salgan como el ignorante Gabriel Cuadri (candidato a la presidencia de la República en el 2012, por el PANAL, ahora edil por una alcaldía panista en la ciudad de México), que dice que los desastres naturales se dan porque AMLO desapareció el Fondo para Desastres Naturales (Fonden), ¡Hágame usted el favor!
En realidad, este fondo era un instrumento de saqueo en sexenios pasados.