Desde 1982 con la llegada de los neoliberales y con Miguel de la Madrid como presidente, hasta el 2012 con Enrique Peña Nieto, los mexicanos le apuestan a la derecha, le han dado su voto y también le pagan puntualmente los impuestos que el grupo en el poder decide e impone.
La derecha que ha sumido al país en fuertes crisis económicas, en hiperinflación, en un fuerte desempleo, en una fábrica de pobres, en una violencia generalizada, en una enorme corrupción, en una justicia para el mejor postor, ha tenido el apoyo de los mexicanos, la prefieren aunque les pegue fuerte, la prefieren, o se la imponen cada seis años.
El hecho de que el PRI haya perdido la elección en el 2000 y el 2006, no quiere decir que en México se haya dado un cambio de sistema, siguió el mismo, cambió el partido pero no el sistema.
Si se le preguntara a cada uno de los mexicanos que han votado por la derecha desde 1982 ¿Qué responderían? ¿Por qué votar por un sistema que los daña, que tiene al país sumido en una gran desigualdad social y un gran daño ambiental?
Votan por la derecha los obreros, maestros, amas de casa, pequeños empresarios, profesionistas, campesinos, estudiantes. ¿Por qué les atrae la derecha? ¿Qué les da para que voten por ella? ¿Acaso los trata muy bien?
Pero también es cierto que no todos votan por la derecha, es cierto, hay quienes votan por los llamados partidos de izquierda, pero sus votos no alcanzan pagar ganar, son más los que votan por la derecha. ¿Por qué? No lo sé.
Sí es verdad, el porcentaje de votos se reduce porque la gente cada vez más se abstiene de votar, pero de los que votan la mayoría lo hace por la derecha, son fácilmente convencidos por los candidatos del PRI y el PAN.
En México pasa como en Estados Unidos, donde un hombre de mano dura, anti inmigrante, belicista, tuvo el apoyo de los ciudadanos norteamericanos. ¿Entonces de qué se quejan si ellos los pusieron?
Hoy los analistas opinan que uno de los dos candidatos derechistas va a ganar la elección del primero de julio, porque los ciudadanos de este país prefieren a la derecha, aunque les pegue con sus políticas privatizadoras, con sus devaluaciones, con el desempleo galopante y la violencia que cada vez se complica más.
Millones de mexicanos son afectados por las políticas del sistema de libre mercado, sin embargo, votan por el sistema, absurdo pero cierto, votan por el que les pega. Un cambio de régimen, un cambio de sistema en México, se ve lejano aún, hoy gobierna la derecha y lo seguirá haciendo por muchos años más.
Sólo en 1988 cuando el Frente Democrático Nacional aseguró que ganó la elección presidencial, se creía que la izquierda llegaría al poder y no fue así porque Cuauhtémoc Cárdenas dobló las manos y no quiso llevar al país a situaciones de violencia.
No quiere decir esto que se dé por descontado un triunfo de la derecha y una derrota de la izquierda, pero pues así se ven las cosas, los mexicanos quieren derecha, quieren continuismo, y es lo que van a tener, parece que le tienen miedo a los cambios.
La formación de los mexicanos es así, las escuelas, las universidades, las crea el sistema y por lo tanto, les da la orientación que le conviene, preparan profesionales para servir al sistema.
El señor Meade y el señor Ricardo Anaya convencerán a los mexicanos que vayan a las urnas a votar por ellos, les dirán que son la mejor opción para el país, y claro, esos mexicanos votarán por ellos como lo han hecho desde 1982, votarán por ellos aunque les pegue con sus políticas empresariales.
Hoy el capitalismo domina en el mundo y en México también, de modo que no se ve en el horizonte un cambio de sistema, tendría que haber una revolución armada y México ya no está para eso, ya no hay héroes que le entren a las armas, y tampoco es la vía para cambiar las cosas.
Claro, no se descarta un despertar de los mexicanos que al final los lleve a votar contra la derecha, pero esto está en chino, es como pedirle peras al olmo.