Nicolás Dávila Peralta
El 26 de junio, el hoy denominado Frente Amplio por México (Antes Va X México, Sí por México, y otros nombres más) determinó la forma de elegir a su candidato presidencial. El diseño, aunque complicado, daba la impresión de ser un proceso democrático en el que participarían los ciudadanos otorgando sus firmas a los aspirantes y emitiendo un voto el 3 de septiembre.
Pero poco a poco se fue descubriendo que todo este proceso era una forma de encubrir el dedazo de Claudio X. González, el ultraderechista que creó esa alianza opositora. Primero fue Santiago Creel el que declinó a favor de su correligionaria Xóchitl Gálvez, y el miércoles, el líder del PRI Alejandro Moreno, anunció que retiraba de la contienda a Beatriz Paredes; la razón: iba abajo en las encuestas.
De este modo, quedó sólo una aspirante: Xóchitl Gálvez. Se suprimió la votación ciudadana del domingo 3 de septiembre y quedó resuelto el problema, el dedo empresarial tuvo la última palabra: la mujer que hace dos meses era parte del cómico trío de las senadoras panistas, conformado por ella, Kenia López y Lilly Téllez, inflada por la derecha y sus empleados de los medios de (des)información, fue la elegida por don Claudio X.
Con esta designación, la oposición se reestructura en beneficio de la derecha y de la ultraderecha y en perjuicio del antes todopoderoso Partido Revolucionario Institucional.
En la cima del Frente Amplio por México está el poder empresarial de derecha, representado por Claudio Xicoténcatl González, él es el dedo elector, él tiene la última palabra. Debajo de él está el partido de derecha: Acción Nacional, privilegiado con la designación de su senadora Xóchitl Gálvez; y abajo queda el PRI, obligado a retirarse de la contienda, y más abajo el Partido de la Revolución Democrática, el invitado de piedra.
La negociación
Sin embargo, el retiro obligado de Beatriz Paredes no fue gratuito; necesariamente se tuvo que negociar algo con el PRI. Aun cuando esta negociación fue “en lo oscurito”, se presume que la senadora priista recibió una buena propuesta.
Por otro lado, no hay que olvidar que en 2024 no solo se elige presidente de la República, también se renuevan las dos cámaras del Congreso de la Unión: senadores y diputados; se elige al titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y gobernadores en los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Puebla.
La oposición le apunta, sobre todo, a tener mayoría en el Congreso de la Unión porque al quitarle la mayoría a Morena y sus aliados, frenaría el avance de la Cuarta Transformación y sería un obstáculo más para la transformación del país, junto con el Poder Judicial.
El PRI, al doblar las manos ante la decisión de don Claudio X. González, por primera vez en toda su historia no contenderá con candidato propio en las elecciones de 2024, pero lo más grave es que el partido nacido de la Revolución Mexicana, en 1929, se pone a las órdenes de los herederos de la contrarrevolución, pierde totalmente su identidad como partido político para convertirse, junto con el PRD, en comparsa de la extrema derecha.
Bomberos desprotegidos
El incendio en una gasolinera de Izúcar de Matamoros la noche del miércoles pasado, puso en evidencia las precarias condiciones en las que trabaja el Cuerpo de Bomberos del municipio. Sin equipo adecuado, sin los recursos necesarios para apagar un incendio de la magnitud de éste, los bomberos arriesgaron sus vidas en el intento de sofocar las llamas. Además, trabajan por un salario que es mínimo para ellos, de acuerdo al tabulador de salarios mínimos 2023, y sin seguro de vida. Ojalá las autoridades municipales vuelvan la vista a este organismo de protección ciudadana y mejore sus condiciones.