¿El grupo en el poder lo dejará?
Dicen las encuestadoras, los analistas, los comentaristas, los críticos, la gente, que ya nadie alcanza a Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Morena-PT- Encuentro Social a la presidencia de la República.
Aseguran que la distancia entre López Obrador y José Antonio Meade y Ricardo Anaya es muy alta y que en lo que queda de campaña ya no lo alcanzarán.
Sin embargo, no porque lo dicen de esa forma, así es, hay muchos factores que pueden poner las cosas exactamente al contrario. No es la primera vez que se dice que determinado candidato va arriba en las encuestas y a la mera hora pierde. Eso se decía por ejemplo en los Estados Unidos que Hilary Clinton iba arriba, que Donald Trump llevaba la de perder, no fue así, todavía en el imperio del norte no aceptan a una mujer en la presidencia.
Las encuestadoras por muy profesionales que sean no tienen la verdad en sus manos, dicen, aseguran, comentan, que los resultados de las encuestas que determinado candidato va ganando, sin embargo, muchas veces han fallado, los resultados llegan a ser diferentes a sus vaticinios.
Una encuesta con toda la metodología que se aplique no es más que un conjunto de preguntas que se le hace a un grupo de personas, las que pueden decir la verdad o mentir en sus respuestas, el resultado no puede tomarse como una verdad absoluta y que equis personaje es el que vaya ganando o perdiendo un proceso electoral.
Los ciudadanos que responden una encuesta a la hora de la verdad, en las urnas, pueden cambiar de opinión, ya no votar como lo afirmaron en la encuesta, o de plano abstenerse de votar.
La elección presidencial siempre atrae más atención, por lo que podrían ir a las urnas el 55, el 60 por ciento, sería muy arriesgado afirmar que será el 70 o el 75 por ciento los que vayan a votar.
Es obvio que la verdadera encuesta será la del domingo primero de julio, ahí los ciudadanos que voten van a decidir por quién, tendrán tres días para decidir, las campañas terminan 72 horas antes de la elección, en ese lapso los mexicanos decidirán hacia dónde.
López Obrador y su equipo en el 2006 y 2012 aseguraron que habían ganado la elección, en el 2012 se hizo un recuento parcial de votos, sin embargo, los resultados poco cambiaron, la verdad es que nunca se supo quién ganó en esa elección, lo cierto es que Felipe Calderón casi toma posesión como presidente fuera de un recinto de gobierno, la ceremonia duró sólo unos minutos, había tensión en el Congreso de la Unión.
Hoy, López Obrador va por su tercera y última elección presidencial, para eso tuvo que crear su propio partido político, Morena, de otra forma no habría sido candidato.
El nuevo partido ha crecido por todo México, en la pasada elección logró buenos resultados, logró muchas posiciones, poco le faltó para ganar Veracruz y el Estado de México, en la Ciudad de México ganó varias delegaciones.
Ahora en la elección del primero de julio la pregunta es: ¿Cuántos mexicanos apoyarán a López Obrador? Si tenemos un universo quizás de 90 millones de ciudadanos en edad de votar, ¿cuántos simpatizan con él?
Vamos por sectores, del sector obrero ¿cuántos apoyarán a AMLO?, ¿del campesino?, ¿del popular?, ¿de los empresarios? De este último sector hay que dividirlo en los micro, pequeños, medianos y grandes empresarios.
Debe tomarse en cuenta que los micro, pequeños y medianos empresarios son millones en el país y que su voto es decisivo.
Los grandes empresarios son un grupo selecto, pero en número es una gran minoría, pero son los que controlan el país, la economía, las comunicaciones, la vivienda, la salud y la educación.
Este es el sector que puede ser decisivo en el objetivo de la coalición “Juntos Haremos Historia”. Ellos, los dueños del poder pueden estar o no acuerdo con López Obrador, a ellos lo único que les interesa es seguir controlando el país, proteger sus intereses.
Ellos, lo grandes empresarios, tienen socios, amigos, con otros grandes empresarios del mundo, lo que los hace más fuertes.
Ellos, los más millonarios de México, quieren que todo siga en sus manos, que sigan controlando todos los sectores del país y el mismo gobierno.
El poderoso grupo que detenta el poder en México, si cree que el escenario político le es adverso, no vacilarán en hacer un frente entre PRI y PAN para ganar la elección. PRI y PAN no son enemigos políticos, son afines, nunca se han aliado, pero han alternado en el poder y no pasa nada.
Cuando el PRI perdió la presidencia en el 2000 no hubo mayor problema, continuó la misma política, siguió el mismo modelo, de modo que no sería nada extraño que el poder decida unirlo para retener la presidencia.
La única forma de que gane la coalición integrada por Morena, PT y Encuentro Social es que haya una abrumadora ventaja de votos y que haya suficiente capacidad para cuidar las actas de casilla en todo el país, tarea titánica pero no imposible.
Vamos a suponer que el segundo y tercer de la elección obtiene 30 y 32 millones de votos respectivamente, para que no haya dudas, el primer lugar debe lograr 39 o 40 millones de votos, una gran diferencia que no habrá forma de echarla abajo.
Sin embargo, si se llegara a dar un frente PRI-PAN las cosas se complicarían mucho para la coalición Morena. PT y Encuentro Social.
Si todo sigue como está deberá ser un triunfo aplastante, rotundo, claro, y que cada acta esté protegida, vigilada. Eliminar muchos millones de votos será imposible a menos que el grupo en el poder quiera llevar al país a la violencia, situación que no le conviene a nadie.