Por: José Oscar Padilla Lobato
Expreso mi agradecimiento a la directora del bachillerato tecnológico Pilar Terrones y a su equipo de trabajo, por haberme brindado este magnífico espacio para presentar por segunda ocasión este libro en su segunda edición, al Maestro José Paul Aguilar y al profesor Jorge por su invaluable apoyo al diseñar un magnífico cartel que me permitió darle difusión y publicidad a este evento.
“Los límites de tu mundo son los límites de tu lenguaje y los límites de tu lenguaje son los límites de tu pensamiento”: Luwing Wittgenstein
Este libro lo dedico a tres grandes maestros que han dejado huella en mi mente y mi corazón aparte de las dedicatorias convencionales; a la memoria de don Pedro de Alba, mi inspiración, a José Suárez Donoso, con sus enseñanzas logré abrir mi mente al mundo y a Alan Touraine, a pesar de ser considerado una vaca sagrada de las ciencias sociales, con la crítica a la modernidad encontré una ruta crítica segura para la indagación social, pero también encontré en su humildad y nobleza la grandeza de un escritor que ha trascendido de Francia a Chile y viceversa pero también en México, una auténtica conexión transcontinental.
He encontrado en el gran escritor francés del siglo XIX; Víctor Hugo Trebonché y su obra cumbre “Los miserables, una veta inagotable para reescribir la historia reciente en México y Francia en el siglo XXI (aunque esta con un nivel de vida mayor por la economía del euro y la UE), aparte de su paralelismo cultural e histórico, éstos dos grandes países se encuentran en la encrucijada de la historia contemporánea del siglo tanto de sus gobiernos como de sus pueblos, el hecho de seguir adoptando las políticas públicas Neoliberales de privatización del estado benefactor, que conducen a la divinización del mercado con Tecnocracias adiestradas por el FMI, BM y la OCDE, que se han convertido en verdaderos santuarios de fábricas de pobres y miserables, que ya ascienden a más de 50 millones en proporción a los 130 millones de habitantes.
La ausencia de políticas eficaces de planeación poblacional y control de la natalidad hacen de la Pandemia de embarazos exprés una cruda realidad de la masificación de la miseria tropical que nos obliga a revisar la factible desaparición de la profesión de Médico Partero en calidad de corresponsables de la explosión demográfica, porque no podemos construir un mundo mejor y sin miseria para los infantes y/o recién nacidos sino atendemos primero con políticas eficaces, humanistas y solidarias a nuestros ancianos y/o viejos de la tercera o cuarta edad.
Ya que nos avasallan esas políticas industriales necrofílicas que los han reducido a la condición de desecho de la sociedad para condenarlos a muerte amnésica y dopada como en la película “cuando el destino nos alcance” que se trataba de una moderna civilización que practicaba la antropofagia o sea un canibalismo modernizado de una sociedad enferma que se alimentaba con galletas verdes sin saber que se trataba de la reconversión industrial de los restos de sus ancianos.
Víctor Hugo nos ilustra con un optimismo romántico que el miserable puede ser redimido y regenerado para transmutarse de un ladrón a un benefactor público, como la metamorfosis de Jean Valjean al señor Madeleine, de la misma forma que sucedió con la niña Cossete, que de una mendiga y maltratada por sus chaperones se convirtió en una mujer honorable, gracias también al sacrificio de Fantine.
Con Luis Buñuel y los olvidados del siglo XX parece que la miseria no tiene salida y siempre será un destino fatal e irrenunciable para los condenados a la miseria en éste mundo, sobre todo con la muerte anónima de un pepenador en medio de un tiradero de basura.
El Dogma positivista del Progreso desde el siglo XIX con sabor a culto propio de la elite Tecnocrática-financiera del siglo XXI, que usando el asistencialismo y filantropía de los programas sociales y montado sobre el tráfico del hambre, se ha impuesto a toda costa y sea como sea ha creado redes clientelares de miseria devastando a las economías locales y regionales, socializando la pobreza y privatizando los beneficios sociales.
Por otro lado la propuesta de retornar al proyecto original de nación con una economía protegida y subsidiada promete post electoralmente mejorar las condiciones de vida de la población, pero aún no se han vacunado del todo contra la demagogia que por esencia es la perversión de la democracia.
Los resultados que dejó la pasada elección federal en la cual fue electo AMLO de MORENA-PT-PES con más de 30 millones de votos, nos abre un nuevo escenario para el futuro inmediato y para los desafíos de la política social en México, y a partir del 1º de diciembre de 2018 al 1º de diciembre de 2024 sabremos: ¿Si transitamos del Estado Ligth de las reformas estructurales y/o mínimo al estado social de Bienestar, cómo ya se anuncia a la SEDESOL como la Secretaria del Bienestar?, asimismo sabremos si con el perfil del nuevo gobierno:¿Tendremos la instauración del Leviatán de Thomas Hobbes con la guardia civil, o la inauguración del contrato social de J. J Rosseau con la cuarta transformación? Y si como parte de las políticas sociales el horario de verano será sometido a consulta popular como ya sucedió con el destino final del NAICM.
¿Habrá en México un nuevo régimen político inspirado en el programa regeneración del PLM de los Hermanos Flores Magón, o tendremos solo un cambio de élites con reacomodo en las bases sociales como lo apunta Max Weber?
¿Habrá menos miserables en México con la austeridad republicana y la supresión de pensiones vitalicias a los expresidentes? ¿Tendremos un nuevo programa de la pensión universal? ¿Se modificará y continuará el programa de 65 y más en beneficio de la tercera edad?
Tendríamos que buscar y analizar la viabilidad de una tercera salida con el IBU (Ingreso Básico Universal).
Aún y como lo escribía Octavio Paz desde la hora cumplida: la adhesión a la verdad absoluta de un nuevo partido único con aplanadora mayoría nos conduciría sólo a dos salidas: el Monólogo y el Mausoleo.
¿Habrá una tercera salida y/u opción?