México y Estados Unidos están lejos de alcanzar un acuerdo, tras la decisión del gobierno mexicano de prohibir la importación de maíz modificado genéticamente para consumo humano. Antes esta situación el gobierno americano ha amenazado con acudir a un mecanismo formal de solución de controversias bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Los agricultores estadounidenses están preocupados por la posible pérdida del mayor mercado de exportación para el maíz que producen. México lleva años importando maíz transgénico estadounidense por un importe que ronda los 3.000 millones de dólares anuales.
México alega preocupaciones sanitarias, pero este tipo de restricción podría violar el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá.
En un comunicado difundido este lunes, la USTR dijo que funcionarios estadounidenses continúan trabajando con sus homólogos mexicanos al más alto nivel para abordar las “graves preocupaciones” con las políticas de biotecnología de México.