Puebla, Pue.
Hipólito Contreras
En los más de veinte años que Elba Esther Gordillo estuvo al frente del SNTE siguió la misma línea de control y abuso, ¿por qué ahora las cosas deberían de ser diferentes? La actitud de la maestra obedece a una revancha política en la disputa de los cuantiosos recursos que maneja el sindicato y a un oportunismo político ante el triunfo de Morena, afirmó Juan Durán Martínez, integrante de la Sección 51 del SNTE.
Elba Esther Gordillo, dijo, no representa los anhelos de miles de trabajadores de la educación, los que han venido reclamando democracia, transparencia en el manejo de los recursos, lealtad, y que no se lucre con las necesidades de los agremiados.
Decimos que es una revancha, señaló, porque Elba Esther al parecer desea cobrar agravios, según ella, cometidos en su contra por el actual dirigente Juan Díaz de la Torre, es una lucha entre grupos facciosos.
Esta corriente político sindical, comentó, plantea que ni Elba Esther, ni Juan Díaz de la Torre deben estar al frente del SNTE, ellos han traicionado los anhelos y los derechos de miles de trabajadores, los dos son los mismo, simbolizan traición, engaño y mentira para con los trabajadores.
Planteamos, agregó, que el nuevo gobierno una vez que sea autoridad propicie un marco legal para que exista la posibilidad de que los dirigentes del SNTE sean electos mediante el voto secreto, directo y universal de todos los trabajadores, esta es una vieja propuesta que hemos venido solicitando y proponiendo los miles de trabajadores del SNTE.
Indicó que quienes han manejado el sindicato a través de estatutos que ellos hacen a su manera, se ha prohibido, o no se ha dado apertura al ejercicio del voto secreto, directo y universal.
Afirmó que ante un marco legal se establezca con claridad el respeto a la autonomía de los sindicatos que los dirigentes del SNTE rindan cuentas a sus agremiados, y así como el gobierno federal plantea el referéndum, los dirigentes sindicales deben estar sujetos a esta figura.