El PRI ha bloqueado este martes en el Congreso la investigación de una rama del caso Odebrecht en México, la compañía que ha admitido que inyectó millones de pesos a la campaña de Enrique Peña Nieto y que dio sobornos por 10 millones de dólares a Emilio Lozoya, priista allegado a Peña Nieto.
En un reciente informe, el auditor mexicano certificó que entre 2015 y 2016 la petrolera pública mexicana pagó más de 668 millones de pesos por servicios no prestados, a la vez que se apuntó unas pérdidas de 1935 millones con la venta de etano por debajo del precio de mercado. Ambas operaciones en el marco de un mega proyecto petroquímico controlado por la mexicana Idesa y la brasileira Braskem, subsidiaria de Odebrecht.
Mientras que las investigaciones por corrupción de esta trasnacional brasileña, se dieron con celeridad en Perú y Colombia, en México el PRI ha obstaculizado cualquier avance, y el fiscal que acusó directamente a Lozoya y al PRI, Santiago Nieto Castillo, fue despedido.
La mayoría en la cámara del partido en el Gobierno sirvió para neutralizar la propuesta de la oposición para que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) avanzara en sus pesquisas sobre las irregularidades ya detectadas en unos contratos entre Pemex y una filial de Odebrecht por unos 2 mil 500 millones de pesos (135 millones de dólares).
Cabe señalar que en octubre del año pasado directivos de Odebrecht reafirmaron que apoyaron a Peña Nieto y al PRI: “Acompañamos de tiempo completo toda la campaña del PRI, del partido PRI, y del actual presidente Enrique Peña Nieto. No sólo de él, sino también de su equipo”, dijo en una reunión Carlos Fadigas, exdirectivo de Odebrecht
(Con información de Somos una Sola Voz)