- Empresas canadienses son las que más han saqueado al país
Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
El Frente Indígena Campesino de México, ha insistido en la vía de diálogo con el gobierno, para buscar un mecanismo de acuerdo que permita que este país transite por la vía democrática en la solución de diversos conflictos que existen en la actualidad, y que tienen que ver con el modelo de desarrollo que se ha aplicado en México en los últimos 35 años, demostrado su fracaso total, afirmó Osvaldo Villegas.
El dirigente de esta asociación, dijo que el modelo económico ha implicado la concentración de la riqueza en un puñado de mexicanos, a costa de la miseria de la inmensa mayoría, principalmente de las comunidades indígenas y campesinas, aunado a esto, la entrega del país a los imperialistas mediante concesiones mineras, impulsando la fractura hidráulica, la producción de energéticos y que se acrecentara por la firma del acuerdo estratégico Transpacífico, aún con el retiro momentáneo de Estados Unidos.
Expuso que a pesar de que ese modelo económico ha demostrado su fracaso en México y el mundo, los distintos gobiernos insisten en continuar con estas políticas neoliberales que se acrecientan con las denominadas reformas estructurales y la entrega de gran parte del territorio nacional, mediante concesiones para minería.
Destacó que las concesiones por 96 millones de hectáreas entregadas desde el gobierno de Ernesto Zedillo a la administración actual, a empresas mineras nacionales y extranjeras, equivalen a casi la mitad del territorio nacional.
“Las empresas canadienses han sido las más beneficiadas con el 70 por ciento de las concesiones, donde las leyes secundarias de la Reforma Energética, sobrepone el derecho a la alimentación, no sólo de los pueblos originarios, sino de todo el pueblo mexicano, por ello, para congraciarse con sus patrones de las transnacionales imperialistas, han entregado zonas económicas especiales en todo el corredor del Pacífico y el sureste mexicano, desde Michoacán hasta Chiapas”, sostuvo.
Dijo que coincidentemente las concesiones se ubican en zonas de mayor población indígena y campesina, donde se garantiza la mano de obra barata y la pobreza extrema llega al 76 por ciento de la población.
“Treinta y cinco años de reformas estructurales bastaron para acabar la esperanza y aniquilamiento de los derechos de la clase pobre y trabajadora, donde vemos que la clase política no se detendrá para quitarnos todo”, afirmó.