Abraham Onofre / Huehuetlán el Grande, Pue.
*El municipio está sin gobierno y sin policías
A una semana de haberse registrado los violentos sucesos que estremecieron al estado de Puebla, en este municipio hay una aparente calma porque los pobladores viven con el temor de que se repita una tragedia de tal magnitud como la del pasado 2 de julio al ser asesinadas nueve personas, ocho de ellas a manos de la banda de “Los Cuijes” y el comandante de policía a manos de la población.
Aparentemente, los ciudadanos han regresado a su vida cotidiana; sin embargo, están temerosos de que vuelva a suceder una tragedia de tal magnitud como la del pasado 2 de julio, pues reconocen que no es la primera vez que la banda criminal ataca a los pobladores.
Cabe recordar que ocho personas fueron asesinadas por la banda criminal denominada “Los Cuijes”, tres a balazos y cinco incineradas, mientras que el comandante de la policía murió a manos de un poblador que clamaba justicia.
Un habitante, quien prefirió permanecer en el anonimato por miedo a represalias, accedió a dar su testimonio de los hechos que ocurrieron en aquella fatídica noche y narró como vive en constante miedo, ya que esta matanza fue por el control del huachicol y el cobro de piso para poder laborar.
“En Huehuetlán se vivió y se sigue viviendo un pánico enorme. Las agresiones iniciaron desde el día jueves en la noche, cuando a la población arribaron 8 o 9 vehículos tripulados por 15 personas, identificadas como integrantes de la banda de “Los Cuijes”, los cuales iban tomando, drogándose y haciendo disparos al aire”, señaló la testigo.
Aún con el temor al hablar y con una ligera sonrisa que dejaba ver su nerviosismo, relató los hechos de aquella fatídica noche y el horror que ocasionaron los disparos a su familia.
“Mi familia ya se encontraba descansando, como a eso de las 10 o las 11 de la noche se escucharon varias detonaciones de arma de fuego. Los vecinos salimos a ver y dimos parte a la policía, que se encontraba a dos cuadras de la calle Reforma y el callejón Flores, lugares donde sucedieron los asesinatos, pero nunca llegaron”, mencionó la entrevistada.
Consideró que posiblemente no llegaron porque son pocos los elementos que se encuentran operando en el municipio o porque están coludidos con los criminales.
“Posiblemente no llegaron por temor, ya que la banda de ‘Los Cuijes` está bien armada y son varios sus miembros, o porque están con ellos, aquí se dice que el comandante, el que murió, Martín Loaiza, tenía un integrante de su familia trabajando en la banda, por eso no los detenía, pero eso no lo puedo asegurar”, decía titubeante.
Al proseguir con su relato, señaló que esa noche no hubo calma. Los familiares de las víctimas no podían creer lo que pasaba. Al amanecer fue cuando encontraron los cuerpos calcinados de los hombres que la noche del domingo habían sido privados de su libertad, en un sitio lejano a Huehuetlán.
“Los familiares de las víctimas estaban desechos y enardecidos, clamaban justicia”, expresó.
Luego de hacer una pausa al recordar lo sucedido, reanuda su relato: “Todos nosotros ya no podemos con más injusticias. Como a las 8 de la mañana, 20 personas estábamos reunidas (familiares y parte del pueblo) y nos encontramos con el comandante, le comenzamos a reclamar por lo ocurrido, él solo nos ignoró. Uno de los presentes señaló que quería justicia y que el caso ya iba contra de él, momento en que sacó su arma y le disparó, dándole al comandante. Después de eso, todos corrieron, policías y pobladores”.
La testigo mencionó que a unos metros del lugar se encontraban elementos de la Policía Estatal, quienes no intervinieron aunque sabían lo que pasaba.
“No pasó mucho tiempo y en el pueblo ya se mencionaba que el comandante había sido asesinado, mientras que el regidor de Gobernación y otro policía estaban heridos”, ellos también a manos de la población, indicó.
Además, contrario a lo que manejaron algunos medios de información, que decían que en el lugar se encontraban elementos resguardando la seguridad de los pobladores, la declarante sostuvo que tanto los elementos estatales como los militares sólo fueron al levantamiento de los cuerpos y después se marcharon, “dejaron a la población tal como estaba, no procuraron dar seguridad”, sostuvo.
El temor del testigo aún se puede ver en sus ojos, ya que cree que la banda de “Los Cuijes” podría atacar de nuevo al pueblo, pues ellos y otra banda liderada por “El Chino”, son los que controlan el huachicol, ocasionando diversos conflictos entre ellos, perjudicando a los ciudadanos que no se dedican a este trabajo.
“Aún estamos temerosos en el pueblo, porque esto fue provocado por el control de huachicol. La noche de la matanza fueron a buscar a “El Chino”, líder de otra banda de huachicoleros, y al no encontrarlo mataron a esas personas. Los jóvenes que levantaron, algunos eran integrantes de la banda de ‘El Chino’, pero otros no, pagaron justos por pecadores”.
Completó: “La guerrilla es por el huachicol, entre ellos se matan, se roban las camionetas, los contenedores, cobran derecho de piso. Todo esto es por el control del huchicol”.
Al preguntarle si “Los Cuijes” son de Huehuetlán, respondió que no, que ellos son de San Antonio Coatepec, “una localidad poblada por gente muy conflictiva, que hasta la policía no entra. Los originarios de Huehuetlán son muy tranquilos y con valores, pero ahora estamos temerosos”.
Y prosiguió: “Cada vez que ellos vienen al pueblo hacen algo malo. Recordó: “Hace tres meses andaba en la plazuela con mi familia, cuando llegaron integrantes de esta banda “Los Cuijes” y dispararon contra tres jóvenes, todo sucedió frente a elementos de la policía municipal y no hicieron nada”.
Asimismo, señaló que hace un año, la banda mató a dos hombres en una fiesta en la comunidad de San Martín, presuntamente por trabajar para otra banda de huachicoleros.
También hizo mención que el presidente municipal suplente proviene de esta localidad y que él se lleva con todos ellos.
Para concluir dijo: “Hubo un tiempo en que el pueblo fue hablar con el presidente municipal, pero él sólo nos ha ignorado y en estos momentos no hay policías, ni gobierno, hay pánico, el pueblo está ingobernable, seguimos con temor. Lo que pido es que las autoridades pongan final a este conflicto y que no esperen una matanza para actuar, que no hagan como si no pasara nada”.