Noemí Bautista Cruz / Izúcar de Matamoros, Pue.
*Este proyecto pretende reducir el impacto ambiental
Humberto Herrera López, catedrático de la carrera de Agricultura Sustentable y Protegida en la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros (UTIM) dio a conocer que están realizando un proyecto denominado “Manejo Agroecológico de Caña de Azúcar”, el cual consiste en la utilización de bacterias fijadoras de nitrógeno y algunas promotoras del crecimiento vegetal, “las fijadoras de nitrógeno nos van a ayudar a reducir esos fertilizantes químicos nitrogenados, y así reducir el impacto ambiental” explicó.
Mencionó que en el proyecto están participando alrededor de 7 profesores, y este proyecto está dentro de un programa que se llama “Mejoramiento de Profesorado” y fue autorizado para su realización y tienen proyectado llevarlo a cabo alrededor de cuatro a cinco años.
Añadió que el proyecto consiste en no sólo trabajar con bacterias fijadoras de nitrógeno, sino también trabajar con un problema muy fuerte que existe en la región, que es el Picudo en la caña de azúcar, en el cual se busca un control biológico, algún hongo o alguna bacteria que pueda controlar este insecto, pero que sea exclusivo de aquí de la región, que esté adaptado a las condiciones climáticas de la zona.
“Este proyecto lo hemos venido trabajando desde hace un tiempo atrás, tenemos una bacteria que aislamos, por ejemplo, frente a la institución hay una parcela de caña, uno de los alumnos aisló esta bacteria en este terreno y la empezamos a evaluar y los resultados que obtuvimos fueron muy buenos, logramos reducir la fertilización química en cuestión de nitrógeno hasta en un 70%” detalló.
“Estos resultados los vamos replicando con los estudiantes que llegan de la región y lo vamos aplicando, establecimos este proyecto en una parcela en Zolonquiapa, en San Juan Raboso y en Xuchapa, incluso hasta hemos evaluado esta bacteria en sorgo y en maíz; y también nos ha dado buenos resultados en cuestión de resistencia a la sequía principalmente”, expresó el docente.
En el impacto ambiental explicó “tenemos datos registrados, el doctor Amado Enrique Navarro Frómeta, profesor de la carrera de Procesos Alimentarios y Tecnología Ambiental, realizó un análisis de aguas de la región y encontró que las aguas de San Juan Epatlán y de San Felipe tienen altos niveles de nitrógeno y de nitratos, esto quiere decir que es una fuerte contaminación y en caso de consumir agua directamente de esos pozos profundos que tienen, es muy probable desarrollar cáncer”, finalizó el investigador.