Said Asael / Izúcar de Matamoros, Pue.
El rechazo a la posible reelección de Irene Olea como candidata para encabezar el segundo piso de la Cuarta Transformación ha cobrado fuerza en diversos sectores de la sociedad, desencadenando una movilización ciudadana que ha logrado reunir más de 2 mil firmas en contra de su candidatura. Este contundente rechazo se ha fundamentado en una serie de motivos que van desde la acusación de corrupción hasta la falta de compromiso con los principios de la Cuarta Transformación.
Grupos, colectivos, sectores y liderazgos valientes y honestos han alzado su voz para manifestar su oposición a la reelección de Irene Olea, expresando su desacuerdo con su posible continuidad en el cargo. En un acto simbólico de protesta, las firmas recopiladas fueron entregadas al comité directivo estatal de Morena, al candidato a la gubernatura Alejandro Armenta, y a la coordinadora de delegados Artemisa Chávez, con la intención de hacer patentar el rechazo a la reelección de Olea.
Los motivos esgrimidos para oponerse a la reelección de Irene Olea son variados y contundentes. Entre ellos se encuentran acusaciones de corrupción durante su administración, señalamientos de nepotismo y opacidad en el manejo de los recursos públicos. Además, su presunta implicación en un proceso judicial y la constante violación de los derechos civiles y humanos de la ciudadanía han sido motivo de preocupación y descontento.
Otro punto de discordia es el presunto uso inapropiado de recursos públicos, el aumento desmedido de su salario, la adquisición de vehículos de lujo para uso personal y otras acciones que se perciben como contrarias a los principios de austeridad y frugalidad que promueve la Cuarta Transformación. Asimismo, la ola de violencia, los asesinatos y la creciente inseguridad que azotan al municipio han sido atribuidos a la falta de liderazgo efectivo ya la ausencia de políticas públicas contundentes por parte de la administración actual.
La falta de apoyos, obra pública y servicios a las comunidades ha marcado un sentimiento generalizado de abandono entre la ciudadanía, lo que ha contribuido al rechazo hacia la posible reelección de Irene Olea. La petición de intervención para la destitución de su candidatura se basa en la percepción de que dicha candidatura fue impuesta sin respetar el proceso democrático establecido en la convocatoria, lo que ha sido interpretado como una imposición contraria a los principios de participación y democracia.