* Cientos de edificios, hospitales, escuelas, alcaldías, casas y negocios resultaron afectados
Redacción/Izúcar de Matamoros, Pue.
El pasado 19 de septiembre a las 13:14:40 horas, un sismo de 7.1 grados con epicentro en San Juan Pilcaya, comunidad perteneciente a Chiautla de Tapia, sacudió a los municipios de Puebla, dejando a personas muertas debajo de los escombros y espacios públicos en ruinas.
El caso más trágico fue el de una familia que celebraba un bautismo en la iglesia de Santiago Apóstol ubicada en Atzala, donde por el movimiento telúrico la estructura del techo no resistió y se vino abajo, sepultando en el lugar a los presentes.
Ante este desastre natural, muchas familias perdieron su hogar y otras tantas perdieron la vida, en las calles se podían observar escombros; después de la catástrofe los cuerpos de protección civil se movilizaron para acordonar las áreas dañadas y evacuar a los civiles que se encontraran en zonas de alto riesgo.
Los edificios más dañados resultaron ser los escolares, templos, presidencias municipales y también construcciones vetustas. Durante el conteo de afectaciones se dieron a conocer que 200 templos sufrieron afectaciones en su estructura así como 26 mil viviendas en total con daños parciales y totales.
Tras el fuerte sismo, en Pilcaya, epicentro del terremoto, se dio cita el presidente de México Enrique Peña Nieto, quien, junto al gobernador José Antonio Gali Fayad y el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, para realizar un recorrido por los grandes daños que sufrió la comunidad, así también dar palabras de aliento a las familias que perdieron a sus seres queridos durante el desastre.
Para los trabajos de reconstrucción se creó una Comisión Estatal de Reconstrucción para verificar y registrar los daños en cada municipio del estado de Puebla de manera organizada, así como supervisar la entrega de recursos y la captación de datos de las viviendas afectadas y el grado de deterioros.
Para las iglesias afectadas intervino el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para determinar los trabajos que se tendrían que ejecutar a cada edificio según los daños. Para las viviendas afectadas se registraron a las familias para hacerles entrega de tarjetas y pudieran adquirir material de reconstrucción.
A 12 meses de iniciar el proceso de reconstrucción en la puerta de la Mixteca, los trabajos en Izúcar de Matamoros van lentos: la primera acción prioritaria del gobierno fe la reconstrucción del Centro Escolar Presidente Lázaro Cárdenas, por la prioridad que significaba para los estudiantes Izucarenses.
Los templos de Santo Domingo de Guzmán y Santiago Apóstol de las principales parroquias del centro de Izúcar así como de las más antiguas; la iglesia de Santa María de la Asunción es la que ya quedó en un 95% por ciento, y ya está en uso.
A este proceso de restauración de templos se sumaron grupos como: Empresarios de Puebla, Mary Street Jenkins y Grupo CARSO, quienes han aportado recursos económicos para este fin.
En cuanto a las instituciones escolares, la Secretaria de Educación Pública (SEP) confirmó que alumnos de 22 escuelas no iniciaron clases en sus respectivas instalaciones, por lo que en este regreso a clases tuvieron que realizar sus actividades en aulas móviles debido a que sus estructuras no han sido reparadas de los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre de 2017; además de que hubo un recorte de recursos para las obras de reconstrucción.
Mientras tanto en el centro de Izúcar de Matamoros, Casa Colorada así como la presidencia municipal, los trabajos de reconstrucción aún no inician y no se observa la movilización de las autoridades aún en funciones, simplemente tienen las estructuras apuntaladas solo para que no colapsen.
En cuanto a las viviendas dañadas, varias familias denunciaron no haber recibido todo el apoyo que se les prometió, ademasde que no todas las familias afectadas fueron registradas en las listas para merecer recursos económicos.
Ya ha transcurrido un año de la tragedia del 19 de Septiembre y aún se aprecian los estragos de aquella tarde, en las calles y casas en las que todavía se pueden ver grietas y restos de escombros tirados.