Juan Manuel Vega / Internacional.
El papa Francisco sorprendió a todos durante la misa del Domingo de Ramos al abstenerse de leer la homilía que había preparado. Esto se debe a los recientes padecimientos respiratorios que el pontífice viene experimentando, los cuales causan fatiga al leer textos largos.
Durante la celebración eucarística en la plaza San Pedro del Vaticano, que contó con la presencia de más de 25.000 fieles, Francisco no participó en la procesión de cardenales ni en la lectura de la homilía. En cambio, el pontífice de 87 años se limitó a bendecir las ramas de olivo y palmas que llevaban los fieles desde el altar.
Desde el inicio de la ceremonia, se notó que la voz del papa estaba cansada y, al finalizar la lectura del Evangelio, se produjo un prolongado silencio antes de pasar directamente al credo. La decisión de Francisco de no leer la homilía fue inesperada, ya que estaba previsto que lo hiciera, lo que causó sorpresa entre los presentes.
Hace más de tres semanas, el papa Francisco sufrió una gripe que afectó su salud y, desde entonces, ha tenido dificultades para leer en varias ocasiones debido al cansancio que le produce la lectura de discursos extensos. Durante la audiencia general del pasado miércoles, el pontífice no pudo leer la catequesis preparada y tuvo que ser reemplazado por un colaborador.
La plaza San Pedro estaba decorada con las ramas de olivo y palmas que los fieles habían llevado en procesión antes de la misa, recordando la entrada triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén. El Domingo de Ramos marca el inicio de una semana ocupada para el papa Francisco, que culminará el Domingo de Pascua, cuando los fieles conmemoran la resurrección de Cristo.
Entre las actividades programadas para esta semana, el papa tenía previsto visitar una prisión de mujeres en Roma el jueves para el ritual del lavado de pies y presidir la procesión nocturna del Vía Crucis en el Coliseo de Roma el viernes, que rememora la crucifixión de Cristo. El sábado, celebrará la Vigilia de Pascua y, finalmente, el domingo, oficiará la misa de Pascua en la plaza San Pedro y realizará su bendición al mediodía desde el balcón del Vaticano.
Durante este invierno, el papa Francisco ha experimentado diferentes episodios de enfermedad, calificados como gripe, bronquitis o resfriados, tanto por él como por el Vaticano. Debido a esto, en las últimas semanas, ha solicitado que alguien lea sus discursos y lecciones de catequesis para evitar realizar esfuerzos innecesarios.