El día de ayer domingo, una serie de atentados en iglesias y hoteles de Sri Lanka dejó 290 muertos y 500 heridos. El Gobierno anunció 13 detenciones y apuntó a extremistas religiosos como autores de la matanza.
Seis de los ataques fueron perpetrados por siete terroristas suicidas que se hicieron estallar entre la multitud, según han confirmado este lunes las autoridades.
Las explosiones se registraron a primera hora de la mañana (hora local) y originaron un baño de sangre en tres iglesias cristianas —dos católicas y una evangélica—, donde centenares de fieles celebraban el Domingo de Pascua, y en varios establecimientos hoteleros. También sufrieron fuertes explosiones tres hoteles de lujo de la capital y un hostal.
El presidente, Maithripala Sirisena, anunció una investigación exhaustiva de los atentados, mientras se sucedían las condenas a la barbarie en todo el mundo. Mientras que Ranil Wickremesinghe, reconoció que días antes fueron recibidas alertas sobre posibles atentados.
(Con información de El País)