Con base a datos del reporte del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de este domingo 23 de enero, los sistemas de monitoreo detectaron un sismo volcanotectónico a las 11:06 h, con magnitud calculada de 1.7, actividad que no representó riesgos para la población.
El Popocatépetl también presentó una intensa actividad en un lapso de 24 horas, periodo en el que se registró incandescencia y 32 exhalaciones que estuvieron acompañadas por columnas de vapor de agua, gases y ligeras cantidades de ceniza que se dirigieron hacia el este y suroeste.
La actividad registrada por el Popocatépetl se encuentra dentro de los parámetros de la Alerta Amarillo Fase 2. Los escenarios previstos para esta fase, de acuerdo con los especialistas del organismo científico, contemplan que continúe la actividad explosiva de escala baja a intermedia, lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas, posibilidad de flujos piroclásticos y flujos de lodo de corto alcance.