En el Sistema Nacional de Investigadores (SIN), en el caso de física-matemática, 20 de cada cien son mujeres; en biotecnología y ciencias agropecuarias, 33 de cada cien son mujeres; en el caso de ingenierías, 20 de cada 100 son mujeres. Hay muchas formas de exclusión y brechas, esas investigadoras se concentran en seis entidades del país: Ciudad de México, Morelos, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Puebla, así lo dio a conocer Lilia Vélez, investigadora y catedrática de la Ibero.
La investigadora señaló que hay otras cuestiones estructurales como la pobreza que pueden estar generando exclusión, ahí no están investigadoras de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, que son los estados más marginados del país. Muchas estadísticas y estudios, indicó, dicen que las mujeres tienen una doble marginación, por ser mujer y luego las que son pobres.
Comentó que hay carreras demasiado masculinas, sucede por cuestiones culturales y paradigmáticas; por ejemplo, en ingeniería mecánica hay un diez por ciento de mujeres, lo mismo en ingeniería civil, mecatrónica, entre otras.
Señaló que empresas como Volkswagen, que se preocupan por esto y están tratando de ser más equitativas, están preocupadas porque tienen pocas mujeres sobre todo en el área técnica, por lo que han hechos talleres para incluir más mujeres.
Comentó que el valor de una ingeniera es igual, y a veces mejor que los hombres, muchas empresas piensan que por ser mujer les va a costar más, sin embargo, en la Ibero las mujeres se colocan muy rápido, muchas veces se quedan en las empresas donde hicieron sus prácticas profesionales.
Expuso que se necesitan políticas públicas para combatir el problema de la desigualdad en el ámbito profesional, se deben hacer esfuerzos a nivel educativo, hay mucho por hacer en materia educativa y de legislación en materia de equidad, de contratación de mujeres en las empresas, se debe combatir la cultura patriarcal que aún se vive.