**Tierras de cultivo de la capital poblana y de municipios conurbados desaparecen**
Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
Cada año la mancha urbana de la Ciudad de Puebla y la zona metropolitana invade las zonas agrícola, ganadera y forestal que quedan. Hace 20 años estaban registradas 17 mil hectáreas agrícolas en la capital del estado, hoy se habla de poco menos de ocho mil; sin embargo, sólo unas tres mil 500 están en producción, las demás están en la mira de fraccionadores e inmobiliarias.
El estado carece de una política gubernamental para proteger la zona agrícola de la capital y municipios conurbados, por lo que construir nuevos asentamientos humanos no es complicado, inmobiliarias y fraccionadores no encuentran obstáculo alguno para construir y contar con los permisos; por esto la mancha urbana se expande por todos lados.
El fenómeno migratorio
A cargo del ingeniero agro hidráulico Eloy Agustín García, un grupo de especialistas desarrollan un proyecto para rescatar la zona agrícola, impulsar la producción y proteger la riqueza cultural de las comunidades.
El profesional explica que hay dos tipos de invasión de tierras; la tradicional por parte de los desarrolladores y grupos que compran tierra para lotificar, y la gubernamental que ubica lugares con plusvalía o con características adecuadas para desarrollar infraestructura.
En el municipio de Puebla hay 16 ejidos con vocación productiva, pero se tiene el problema de la migración: los jóvenes se han ido y quedan personas de 70 a 90 años de edad, sólo el 10 por ciento son menores de 30 años.
En la zona sur hay un problema de agua que es transportada hasta un kilómetro y medio a casa, por lo que el consumo de agua es muy bajo, lo que repercute en la salud. La gente mayor termina vendiendo la tierra a los intermediarios, que por lo general son de las comunidades.
Situación crítica en el campo
El ingeniero Agustín García expuso que en el estudio se registraron unos cuatro mil productores en el municipio; hace veinte años había más de 15 mil productores. Destacó que de las 8 mil hectáreas que se decía se tenían en producción, en el estudio sólo se encontraron tres mil 600; muchas ya se fueron al sector inmobiliario.
“Estamos en una situación crítica en el municipio de Puebla y municipios conurbados, las unidades de producción están desapareciendo por el crecimiento de la zona urbana, están desapareciendo los ejidos, está desapareciendo la cultura campesina”, afirmó Fabián Baltazar Nieto.
Observa que mientras en la capital del país se cuidan mejor las tierras agrícolas por la resistencia de los campesinos a vender sus tierras, en Puebla sucede todo lo contrario, ven con buenos ojos las ofertas que les hacen las empresas inmobiliarias; esto sucedió por ejemplo en lo que fue el ejido de San Andrés Cholula, donde presionados por el gobierno, vendieron baratas sus tierras, hoy en la zona de Angelópolis, los pocos predios que hay se venden en dólares.
En cambio, comentó, en la zona agrícola de la Ciudad de México, por ejemplo, no sólo producen nopal en Milpa Alta, sino que le han dado valor agregado al transformarlo en otros productos. La zona de Xochimilco y Milpa Alta siguen produciendo.
En Atenco, Estado de México, los campesinos en el gobierno de Fox se levantaron en armas para que no les quitaran sus tierras para la construcción del aeropuerto internacional, sus armas: los machetes.
Propone el investigador que, en Puebla, si los mismos campesinos venden sus tierras a las inmobiliarias, se legisle para impedir la venta, que se aplique por ejemplo una ley de expropiación, que se haga todo lo que se pueda para evitar que las tierras se sigan vendiendo, “es complejo, pero algo se tiene que hacer para defender la vida, la biodiversidad, los recursos, el agua, se deben recargar los acuíferos; a más concreto menos agua”.
Destacó que la educación desde el preescolar hasta la universidad es fundamental para cuidar los recursos, hay que introducir nuevamente el tema ecológico que ha sido olvidado por el modelo neoliberal; asignaturas que hablen de la importancia del campo en la producción y protección de los recursos, “es un sistema complejo, pero se tiene que trabajar desde varios frentes para atender el problema”.
Fabian Baltazar Nieto, investigador del Colegio de Postgraduados, señaló que zona productora cercana a la de Chipilo está desapareciendo, aquí se producía leche. Lo mismo sucede en la zona da la Malinche, la zona boscosa presenta una situación crítica por la deforestación, cada día la situación para los campesinos es difícil, la expansión de la ciudad está acelerándose.
Por el sur en la zona de Valsequillo la situación es difícil; existe ganado menor pero en pequeña escala, no hay financiamiento para los productores, “se requiere un financiamiento que fortalezca las unidades de producción, los subsidios no generan producción, los invernaderos son una alternativa pero se requiere de tecnología y sobre todo de agua; los pozos son cada vez más profundos, se requiere impulsar la cosecha de lluvia, se requiere inversión para generar infraestructura, es preciso impulsar la comercialización, hay que hacer lo que hacen en otros países, proteger a los campesinos y a ese capital social: los jóvenes, que vean la agricultura como un sector fundamental para la vida”, indicó.
Advirtió que, si nada se hace por frenar el crecimiento urbano, en menos de veinte años ya no habrá tierras agrícolas, hoy hasta los cerros se están usando para construcción, esto sucede por ejemplo en el sur, en la zona de San Francisco Totimehucán y Valsequillo.
Agregó que no existe una planeación que genere desarrollo agrícola y rural; en la política actual a los productores les piden muchos requisitos para recibir apoyos, por ejemplo, les piden el RFC, muchos no saben que es eso, “vemos que hay un plan de desarrollo urbano, pero no vemos que haya un plan de desarrollo rural municipal, mucho menos metropolitano, los municipios que intervienen deben de ponerse de acuerdo”.
Hoy, advirtió, con el crecimiento urbano se reduce la biodiversidad, por ejemplo, los insectos polinizadores ya no existen, se pierde también la cultura comunitaria.
Pocos requisitos para construir
En la Secretaría de Desarrollo Urbano del municipio de Puebla existen sólo los requisitos, la normatividad, los documentos que los desarrolladores deben entregar para que una persona o empresa pueda construir desde una vivienda hasta un fraccionamiento o unidad habitacional, zona comercial o industrial; todo se puede si cumplen requisitos, por eso la Ciudad se expandió y se sigue expandiendo por los cuatro puntos cardinales.
Para construir se piden entre otros requisitos los siguientes: identificación oficial, cuenta predial o recibo de pago predial, escritura pública inscrita en el Registro Público de la Propiedad, alineamiento y número oficial, constancia de uso de suelo, licencia de construcción, constancia de alineamiento, formato de solicitud de trámite debidamente requisitado.
Si el titulo de propiedad está en trámite, presentar documento de compra venta ante notario; si el propietario no puede presentarse, lo puede hacer otra persona con carta poder notarial, acta constitutiva.
Predios en zona federal, presentar dictamen de Conagua, CFE o PEMEX. Predios superiores a tres mil metros cuadrados, presentar dictamen de integración vial y rectificación de medidas. Predios en zona de riesgo, dictamen de Protección Civil. Más de once viviendas, dictamen de áreas emitido por el área de fraccionamientos, subdirección de administración urbana, dirección de desarrollo urbano, departamento de gestión territorial.
Construir complejos habitacionales y comerciales es relativamente fácil para los empresarios y particulares, no existen políticas que protejan las tierras agrícolas y los recursos de la capital y municipios conurbados.