Hipólito Contreras Puebla, Pue.
Através de la ciencia y la academia, la BUAP hace frente a los desafíos médicos del siglo XXI que afectan significativamente la calidad de vida de las personas. Para ello, dispone de recursos humanos en la División de Estudios Superiores (DES) de Ciencias de la Salud, agrupados en 18 cuerpos académicos en los que participan 92 científicos, adscritos al Sistema Nacional de Investigadores y al Padrón de Investigadores de la Institución. Además, siete posgrados de calidad reconocidos por el Conacyt y 304 profesores de tiempo completo con perfil PRODEP, dedicados a la investigación médica.
La inter y multidisciplinariedad determinan el camino de la ciencia moderna. Así, las facultades de Ciencias Físico Matemáticas y Ciencias Químicas atienden también problemas de salud, como el desarrollo de nuevos fármacos y la propuesta de impulsar la medicina nuclear como herramienta de diagnóstico de cáncer, padecimientos cardiacos, gastrointestinales y desórdenes neurológicos.
A su vez, científicos del Instituto de Fisiología investigan diversas patologías y el funcionamiento de los órganos. Junto con la Facultad de Ciencias de la Electrónica, por ejemplo, trabajan en el diseño y fabricación de un brazo robótico para fisioterapia.
La investigación al servicio
de la población
Con 135 millones de sustancias registradas y 65 millones de secuencias genéticas, el área de la Química tiene una gran diversidad de información y, en consecuencia, el desafío para crear una nueva generación de fármacos, afirmó Jorge Raúl Cerna Cortéz, director de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ).
En este sentido, a partir de compuestos de vanadio, en cuyo estudio teórico y experimental es pionera la BUAP, investigadores del Laboratorio de Química Teórica diseñan nuevos fármacos antidiabéticos y anticancerígenos. Estos últimos, menos tóxicos que las terapias actuales -quimio y radioterapia- y con una mayor actividad biológica para inhibir la proliferación de células malignas.
En salud mental se trabajan mecanismos de comportamiento y el uso de sustancias provenientes de la marihuana. “Mediante la experimentación en animales se conocen los mecanismos puntuales para comprender las reacciones del uso de ciertas sustancias de origen cannabinoide en padecimientos neurodegenerativos”, informó el doctor Cerna.
Esta labor es encabezada por los integrantes del Laboratorio de Neurofarmacología, espacio científico para estudiar las causas probables de la acumulación de proteínas en la enfermedad de Alzheimer, y el origen y probables coterapéuticas en el mal de Parkinson, patologías que se estima padecen 800 mil y 500 mil mexicanos, respectivamente -casi 9 por ciento mayores de 60 años.
Prevención para disminuir enfermedades
De 2005 a 2015, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, diabetes y cáncer aumentaron 17 por ciento, según la Organización Mundial de la Salud. De continuar esta tendencia, los recursos económicos destinados a infraestructura y equipamiento médico serán insuficientes. Hoy el cáncer es la tercera causa de muerte en el país, con 222 defunciones diarias, mientras que por diabetes fallecen 12 mexicanos cada hora.
La salud pública es un tema que compete a la sociedad, instituciones educativas, así como a los sectores de salud y empresarial, afirmó José Luis Gándara Ramírez, director de la Facultad de Medicina, quien insistió en el desarrollo de programas preventivos de las enfermedades antes mencionadas.
“No se trata únicamente de formar especialistas para tratar tales patologías, sino inculcar acciones preventivas”. concluyó.