Esta semana los crecientes rumores de recesión en Estados Unidos y las expectativas de una menor demanda de energéticos mantienen a la baja los precios del petróleo a niveles similares a los que reportaban antes del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, acumulando cinco semanas con una caída de alrededor de 20 por ciento.
Ayer, el precio del WTI finalizó en 95.78 dólares el barril, con una caída intradía de 0.44 por ciento, pero en la jornada llegó a ubicarse en 90.56 dólares, nivel no visto desde antes de la invasión de Rusia a Ucrania.
El Brent ganó 0.17 por ciento, a 99.74 dólares, tras alcanzar un mínimo en la jornada de 94.50 dólares el barril, y la mezcla mexicana bajó 0.55 por ciento, a 90.87 dólares.
Hasta al momento el entorno actual es poco favorable para los precios del crudo, debido a las altas presiones inflacionarias por las que atraviesan los países y las cuales se traducen en expectativas de un mayor incremento de tasas, lo que lleva un escenario limitado de liquidez y crea especulaciones de una posible desaceleración económica, la cual apunta directamente a una menor demanda del hidrocarburo.
La tendencia a la baja de los precios del crudo puede tener poco impacto sobre las finanzas de Pemex, aseguraron analistas. Esto sería porque dentro del presupuesto del 2022, la cotización promedio estimada de la mezcla mexicana se encuentra cerca de los 92 dólares por barril, mientras que en lo que va del año tiene un precio de 97.3 dólares por barril.