Elizabeth Soriano / Izúcar de Matamoros, Pue.
La barbería es un oficio que cada día cobra más fuerza en México. No es una novedad, ha sido practicado desde hace miles de años, con la diferencia de que actualmente se han ido creando nuevas técnicas, que permiten que la pasión por el oficio se esté convirtiendo en una profesión.
Parte importante de este negocio es la formación del barbero o peluquero, pues su innovación, creatividad y técnica determinan que un cliente regrese; además de que se generan distintos estilos de barberías que permiten que el oficio se profesionalice.
Esta es parte de la labor que realiza Armando Aguilar, mejor conocido como Armando Fussion, quien a sus 30 años y con más de un millón de seguidores en redes sociales, se ha convertido en uno de los barberos más exitoso de México, promoviendo la filosofía de que la formación disponible no satisface a las necesidades actuales de los barberos ni de los nuevos emprendedores, por eso se centra en desarrollar nuevas técnicas y enseñarlas en su escuela de barbería o a través de las nuevas tecnologías.
De lo empírico a una educación formal
En entrevista para Enlace Noticias, “Armando Fussion”, reconoció que la profesionalización en el oficio de la barbería genera valor para los expertos, además de que da ventajas competitivas a los negocios, estableciendo estándares de calidad en sus servicios, ampliando su oferta de valor.
Expuso que anteriormente, la barbería se aprendía por las enseñanzas que se transmitían de generación en generación, de abuelos a padres y de padres a hijos, o “cuando te convertías en el chicharito” (asistente del barbero); pero no había una educación formal.
Por eso, desde que Armando Fussion inició su carrera a los 14 años, se dedicó a crear parte de los tecnicismos que ahora son estándar en la barbería, permitiendo que la primera vez que pisó una escuela de barbería o estilismo, fue para dar clases de las técnicas que él mismo había desarrollado o aprendido.
“Lo que no tenía nombre, se lo pusimos, para poder entender y cuando me paré en una escuela fue para dar clases por ello”, dijo.
Relató que al principio cortaba el cabello gratis, principalmente a los bicitaxistas de la zona, y fue ahí donde practicó muchas habilidades específicas, para que, con el tiempo, lejos de no obtener una ganancia monetaria, ganara experiencia y le permitiera desarrollar nuevas y mejores técnicas.
“Podía practicar todo lo que quisiera y desarrollar muchas técnicas innovadoras y cosas que nadie hacia”, expresó.
Destacó que, en esta transición hacia la profesionalización, su labor es apoyar o inspirar a la gente a que se prepare; asegura que para él es importante pensar que su trabajo es parte de abrir el camino hacia la profesión de algo que es considerado un oficio, de ahí el impulsar su escuela de barbería Fussion, para que más personas aprendan y se animen a emprender su propio negocio.
Un mundo lleno de prejuicios
De acuerdo con Armando, es muy común que en el mundo de la barbería haya prejuicios y la gente generalice sobre los baberos; sin embargo, con el paso de los años han demostrado que la gente generaliza por las experiencias con unas cuantas personas.
Él, como muchos, se ha enfrentado a esto comentarios, como que quienes cortan cabello son de otras preferencias, o que son marihuanos y borrachos o hasta que son ignorantes.
“A estas alturas creo que he tomado la responsabilidad de mi educación y el crecimiento que he tenido ha sido en base a eso, y me ha permitido salir de los estándares y demostrar que esos prejuicios y generalizaciones no son reales”, enfatizó.
Impulso con una estrategia digital
A raíz de la pandemia del Covid-19 y todas las restricciones, Armando y su equipo buscaron la manera de llegar a más personas aprovechando la tecnología.
Como muchos, se adaptaron a una estrategia digital, lo que les permitió que, de llegar a 90 o 100 personas que presenciaban sus cursos, llegaran hasta 90 millones de usuarios de distintos países de Latinoamérica a través de sus videos.
“Es una oportunidad que puede aprovechar cualquier persona, de cualquier rubro para poder llegar o aumentar el alcance a otros países, extender los límites de sus servicios”, expuso.
Al mismo tiempo, le permitió realizar la venta de productos y otro tipo de cosas que benefician a sus seguidores, facilitándoles herramientas y productos de barbería, inclusive con la oportunidad de venderlos a precio de distribuidor y ayudar a su economia.
No hay límite de edad para aprender
Una de las características de la barbería es que es fácil emprender, solo necesitas una máquina, unas tijeras, una navaja y en cualquier lugar ya puedes ganar dinero, sin que ni siquiera la edad se presente como un obstáculo, porque “nunca es tarde para aprender”.
En su experiencia, Armando Fussion ha visto personas de 50 o 60 años que emprendieron su negocio de barbería, por lo que comparte que nunca es tarde para aprender el oficio; teniendo una visión, misión y valores que te definan, todo es posible.
“Cuando tienes mejor visión de negocios te das cuenta que no hay edad, porque no necesitas ser un experto para montar una barbería, puedes dar la oportunidad tú, aprender lo básico para iniciar un negocio y abrirle la puerta a capital humano joven y que también crezca”, resaltó.
Indicó que muchas veces, incluso se limitan a emprender porque piensan que no hay oportunidad, pero él, que viene de un barrio de Nezahualcóyotl en el Estado de México, le ha ido bien porque lo ha hecho de manera inteligente.
“La verdad es que he trabajado duro por las cosas, pero no solamente duro, sino también inteligentemente”, finalizó.