POR: Emiliano Castro
“Cásate con un güero para mejorar la raza”, “Bendito Dios, el bebe nació güerito”, “Trabajo como negro para vivir como blanco”, “No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”, “Nunca falta un prietito en el arroz” ¡No sabes quién soy, por mi comes!
Estas y otras expresiones son casi de uso cotidiano. Los mexicanos presumimos de no ser racistas, alabamos los esfuerzos de otros países por combatir el racismo. Sin embargo, en el fondo somos profundamente clasistas, intolerantes y discriminantes, pero no racistas. En realidad nuestro racismo no tiene que ver con la raza, tiene que ver con el estrato social por la condición económica.
No se trata de quien tiene más o menos, la discusión no es de pobres y ricos, sino lo que representa tener más, es decir el simbolismo de ello, que está íntimamente relacionado con el ejercicio del poder y principalmente con el poder político.
En redes sociales estamos bombardeados de las distintas formas de clasismo existentes, desde aquella que ofende a la mujer por ser mujer, al pobre por considerarlo carente de aptitudes e ignorante, al anciano por creer que ya no es útil para la sociedad, vamos pues hasta contra AMLO. Y la que más me molesta es aquella arraigada entre los “White-xicans” “clasemedieros” que creen que no son racistas y que hacen de todo esto un meme, una broma, como lo afirma Rafael Barajas “el Fisgón” ya que cuando son evidenciados en su clasismo o en su racismo se sienten discriminados y aluden a una falta de respeto a la libertad de expresión como lo hizo Chumel recientemente.
En fin, ¿Por qué tanto ataque a AMLO?, ¿es porque representa un mal gobierno?, ¿cuál es el problema?
Desde mi punto de vista y evitando simplificar una realidad, todo se reduce a que existe un profundo clasismo en sectores de la población mexicana. Estimado lector, si no me cree revise las pancartas de las manifestaciones de FRENA y de los supuestos intelectuales del país. Aquí la muestra “Quiero vivir en un lugar donde no me gobierne mi sirvienta”, “el pueblo de Putla, Oaxaca es “arrabalero y horroroso”, “Vete AMLO, no queremos comunismo”… Sin duda, la ignorancia es irreverente.
BENDITO CORAJE
La respuesta de Andrés Manuel López Obrador a los intelectuales de la derecha es sumamente interesante, ya que revela precisamente ese sentimiento clasista, el pensamiento de los intelectuales de derecha se manifiesta en la siguiente frase: Cómo es posible que un individuo, que difícilmente concluyó sus estudios universitarios (como muchos en el país) que no tenga grandes estudios en universidades de prestigio o fuera del país, ¡nos esté gobernando! La respuesta de AMLO es fenomenal: “Celebro que escritores y periodistas que han defendido desde siempre el modelo neoliberal o neoporfirista se agrupen, se definan y dejen de lado la simulación para buscar restaurar el antiguo régimen, caracterizado por la antidemocracia, la corrupción y la desigualdad. La historia nos enseña que cuando se pone en práctica un proceso de transformación, siempre se produce una reacción conservadora.”
Lo que sucede no es que busquen democratizar al país, lo que quieren es gobernarlo porque en 2018, la población los relegó y ahora quieren disminuir el poder presidencial apostándole a ganar el Congreso de la Unión en 2021, ¿Qué les responde AMLO? “En fin, en 2021 el pueblo decidirá libremente sobre su destino. Y de verdad no creo que la mayoría apoye el regreso al país de la corrupción, de los potentados, de los intelectuales orgánicos, de los privilegios, de la hipocresía, de la marginación, del clasismo y del racismo.”
A esta sociedad clasista, no le duelen los agravios, en realidad no les importa que el dólar suba o baje, que los precios del petróleo se estabilicen y que la gasolina sea más barata, que el tren maya se concrete a pesar de la resistencia de supuestos ecologistas, no les importa los Lozoya, Los Duarte, los feminicidios, los Ayotzinapa. ¡No! en realidad lo que les duele, lo que les quita el sueño, lo que les pega al ego clasemediero es que ahora son O-P-O-S-I-C-I-Ó-N “Chafísima por cierto” (perdón por la licencia retórica del uso de una expresión estereotipada de Doña Magdalena del programa Vecinos, “carísimo por cierto”) y claro que AMLO responde porque es la voz de los sin voz “No cabe duda que vivimos tiempos interesantes. Sea por interés o por puro coraje, los conservadores que fingían ser liberales por fin se están quitando la máscara.”
Nos leemos cuando los astros lo permitan.