** No pisó la prisión, fue trasladado directo al hospital en calidad de detenido **
Redacción / Ciudad de México.
Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), llegó a México, pero no a la cárcel ni a una audiencia en la que revelaría la red de corrupción durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, fue trasladado directamente a un hospital privado en la Ciudad de México por presentar síntomas de “anemia y debilidad general”.
De acuerdo con fuentes federales, Lozoya Austin fue internado en el Hospital Ángeles por presentar cuadro de anemia y problemas en el esófago que se le detectaron durante la revisión médica que se le practicó en el Hangar de la Fiscalía General de la República (FGR), tras descender de la aeronave que lo transportó a la Ciudad de México, el pasado viernes 17 de julio.
Se prevé que el exfuncionario continúe hospitalizado y la FGR notificó a los jueces que liberaron las órdenes de aprehensión sobre el estado de salud de Lozoya Austin, quien se entregó a las autoridades mexicanas y ofreció colaborar con las mismas para esclarecer los casos de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht y Agronitrogenados.
El tiempo que dure en tratamiento servirá para consolidar acuerdos de colaboración con el Ministerio Público federal, lo que permitirá reducir a su mínima expresión las sentencias que se pudieran dictar en su contra, esto, aprovechando los criterios de oportunidad que considera el nuevo sistema de justicia penal, al aportar elementos de prueba para perseguir a implicados en otros casos de corrupción o desvíos de recursos públicos, con lo cual podría convertirse en testigo colaborador y no ser perseguido por otros delitos en los que hubiera participado, señalaron funcionarios federales.
Temblor político
Ante la llegada de Emilio Lozoya, el mundo político mexicano comienza sacudirse. Nombres de algunos políticos implicados en casos de corrupción comienza a aparecer.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado mencionó que la llegada de Lozoya al país, “va a provocar un temblor político”, una sacudida para bien del país, si decide hablar sobre los sobornos de Odebrecht, los recursos millonarios a quienes aprobaron las llamadas reformas estructurales, entre ellas la energética, y el saqueo a Pemex.
“Ojalá Lozoya esté decidido a hacerlo, porque es la punta del Iceberg para abrir la caja de pandora sobre la gran corrupción en sexenios anteriores”, precisó.
En tanto, la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, advirtió que espera que “no quieran enlodar” a legisladores panistas que votaron la reforma que privatizó el petróleo y la electricidad. Pidió no equivocarse, porque lo que se investiga es si dinero de Odebrecht fue a dar a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto”.
A su juicio, los que se beneficiaron de esos sobornos, son los priistas, aunque, agregó luego, si se prueban los sobornos, “que caiga quien caiga del partido que sea”.
Osorio Chong y Miguel Barbosa presuntos implicados
El coordinador de los senadores del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, sostuvo que no tiene nada que ocultar, ya que en su desempeño como político, funcionario y legislador no ha cometido actos al margen de la ley, y demandó a la Secretaría de la Función Pública (SFP) manejar con pulcritud las investigaciones administrativas en curso y la información que de ellas se deriven.
“Las filtraciones mediáticas distraen la atención, contaminan los procesos e inevitablemente generan suspicacias”, sostuvo que, como ha hecho siempre, ante informaciones dolosas, dará la cara y defenderá su dignidad e integridad, precisó, el exsecretario de Gobernación, en la administración de Enrique Peña Nieto.
Por su parte, Luis Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, rechazó las versiones supuestamente vertidas por el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, en el sentido de que recibió favores y dinero a cambio de su respaldo a la reforma energética, en sus tiempos de líder de la fracción del PRD en el Senado.
Sostuvo que nunca tuvo una plática -ni personal ni telefónica- con Lozoya y tampoco dio instrucciones a ninguno de sus colaboradores para que pidieran colocar a su hermano en la empresa productiva del Estado o de entregar dinero, como supuestamente lo aseguró el exfuncionario peñista.
“Nunca el ‘peñato’, cuando fui senador, me dio ninguna cantidad de dinero, nunca, jamás, por ninguna participación de mi grupo parlamentario o mía en el Senado de la República. Nunca, estoy limpio, poblanas y poblanos, y cualquier imputación que me hagan la voy a aclarar. Estoy limpio, soy honesto, desconozco todo lo demás”, expresó el gobernandor.