Punto de vista / Nicolás Dávila Peralta
Desde que Andrés Manuel López Obrador lanzó su candidatura a la Presidencia de la República, en 2006, la propaganda negra lo calificaba como un segundo Hugo Chávez y era “un peligro para México” porque –decían sus críticos- iba a llevar a México al comunismo.
Tras los resultados electorales de entonces, se vio claramente que el fantasma del comunismo había quedado muy lejos en la vida de los mexicanos.
En 2018, el enemigo ya no fue el comunismo, sino el populismo, como una amenaza a la política neoliberal de adelgazamiento del estado y dominio de la economía sobre la política; el populismo atentaba contra la libertad de mercado, la libertad de acumulación de la riqueza y volvía a buscar el fortalecimiento del estado y una nueva política económica.
Sin embargo, no hay que olvidar que el neoliberalismo nació del sector conservador de los grandes países, principalmente Inglaterra y Estados Unidos; fue este país el que lo impuso en América, primero a la fuerza con la dictadura chilena y después, con los economistas formados en el país del norte; el conservadurismo es anticomunista por tradición.
Por esto, en la reacción de los grupos, los políticos e incluso comunicadores conservadores, y hasta en gente de la farándula y un sector tradicionalista de la Iglesia Católica, ha resurgido el anticomunismo e identificado a López Obrador como el paladín del comunismo en México.
Más allá de los desplantes de gente de la farándula que en 2018 amenazaba con irse de México si ganaba López Obrador, ha surgido una organización que se autonombra Frente Nacional Anti AMLO (Frenaa), encabezada por empresarios militantes en antiguas organizaciones anticomunistas como el Frente Universitario Anticomunista (FUA) y el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO).
El empresario Gilberto Lozano ha llamado, a través de Frenaa, a una acción de ese grupo para “remover a AMLO antes del 1 de diciembre”. La acusación principal la han dado a conocer el hijo y el nieto de Pedro Ferriz Santacruz.
El hijo, Pedro Ferriz de Con, quien en semanas anteriores llamó a formar un movimiento que “saque a López Obrador”, con medidas propias de un golpe de Estado, ahora en redes sociales realizó una presunta encuesta con una pregunta: “¿crees que López Obrador nos encamina al comunismo?”.
Por su parte, el nieto, Pedro Ferriz Hijar alerta: “qué tal si López Obrador nos encamina al comunismo”.
Ambos forman parte de Frenaa, junto con varios columnistas que añoran los pagos millonarios de sexenios anteriores.
El sábado 30 de mayo, realizaron marchas en automóvil (no faltaba más, no pueden gastar los zapatos de 10 mil pesos) que, si bien fueron un fracaso en cuanto al poder de convocatoria, buscaron manifestar la consigna que publicó en la convocatoria a estas marchas Gilberto Lozano: “Somos México y no queremos al comunismo para nuestras familias y menos una educación socialista”, tras presumir que Frenaa es “el tsunami que arrasará con AMLO”.
El lado pintoresco del anticomunismo
Este movimiento anticomunista de nuevo cuño, tiene a su vez su lado pintoresco; esta vez representado en las redes sociales por la actriz Patricia Navidad. He aquí algunos twitter escritos por ella:
“Se hacen bolas porque quieren o porque no saben leer, siempre he dicho que el virus existe y siempre han existido virus, bacterias, parásitos, etc. Pero no es letal. Es más letal el miedo y la ignorancia. No existe la “Pandemia”, es Plandemia y se llama Nuevo Orden Mundial”.
“¿Quién es el director de la OMS? Un marxista-leninista confeso, acusado de terrorismo y genocidio, enemigo #1 de la humanidad, no estudio medicina ni es doctor, está en ese puesto colocado por los financiadores de la OMS y los comunistas del país al que están beneficiando, China”.
“A mi no me queda duda que esto es una Plandemia, implantación de chips, tatuajes cuánticos, 5G, ideología comunistoide marxista, recorte a los derechos, libertades y garantías individuales, manipulación y control mental con tecnología. Dictadura tecnócrata. Nuevo Orden Mundial”.