El pasado 18 de julio de 2019 en las instalaciones de la Mediateca de la Alianza Francesa de Puebla se llevó a cabo el libro de la autoría de José Oscar Padilla Lobato mismo que se intitula: “Ideas Revolucionaria del Dr. Pedro de Alba y semblanza Biográfica de los siglos XX y XXI” mismo que fuera comentado por el Mtro. José Paul Aguilar Rodríguez.
En su participación del Mtro. José Paul Aguilar Rodríguez para comentar el libro de las ideas revolucionarias del Dr. Pedro de Alba que éste emblemático personaje destacó por su calidad y claridad intelectual con el grupo Bohemio en las postrimerías del siglo XX en la ciudad de Aguascalientes junto con otros intelectuales como Enrique González Ledezma, Saturnino Herrán, los Hnos. Pani, Manuel M Ponce otros.
Además, destacó el hecho de la relación que tuviera Don Pedro de Alba con el insigne poeta zacatecano Ramón López Velarde, quien fuera su compañero y hasta padrino de bodas.
No sin dejar de mencionar que Pedro de Alba en la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso fuera maestro de Octavio Paz un alumno que a la postre se convertiría en uno de los más grandes escritores de México.
Asimismo, el Mtro. Paul se congratuló y dijo estar gratamente sorprendido de la consanguinidad del Autor del Libro JOPL en su calidad de descendiente del Dr. Pedro de Alba. Hecho que le daba un plus a dicha presentación que rescatara la memoria perdida de los archivos familiares sin que el autor se propusiera de líberamente lucrar con esa memoria.
A 230 Años de la revolución francesa y de los 109 años de la revolución mexicana, mismas que representaron un cambio de estructuras y de régimen de gobierno que pasaron del colapso del absolutismo monárquico y de las formas autoritarias y/o autocráticas hacia un sistema republicano y parlamentario de gobierno con grandes personajes como Danton, Marat, Robespierre por un lado y por el otro Francisco Villa y Emiliano Zapata.
La Revolución de acuerdo con Octavio Paz es no solo es la Bola, sino también revuelta y subversión asi como redención social.
“En suma la revolución es un acto eminentemente histórico, y no obstante la restauración del tiempo original. Hija de la historia y de la razón, la revolución es hija del tiempo lineal, sucesivo e irrepetible; hija del mito la revolución es un momento del tiempo cíclico, como el giro de los astros y de las estaciones, la naturaleza de la revolución es dual pero nosotros no podemos pensarla sino separando sus dos elementos y desechando el mítico como cuerpo extraño…
y no podemos vivirla sino entrelazándonos, la pensamos como fenómeno que responde a las previsiones de la razón; la vivimos como un misterio, en este enigma reside el secreto de la fascinación” Octavio Paz.
Reencontré las ideas revolucionarias de Pedro de Alba en medio de un mundanal de objetos propios del menaje de casa, yacía escondida en un closet una bolsa anónima e inédita que contenían varios periódicos del Novedades propios de una fecha que se detuvo en el tiempo con un lugar inhóspito propio una casa abandonada donde los deudos y descendientes se disputaban las minucias de la materialidad para subsistir heredando sus miserias a sus vástagos, sin imaginar que la valiosa y preciosa herencia no radica en la apropiación zopilotera y mediocre de un montón de ladrillos, escombro, pintura, cemento, varilla, vidrios, cal y mezcla, sino en la preservación de la memoria tanto histórica, como biográfica e intelectual de un prócer desconocido y olvidado en la historia oficial: ese es el principal tesoro que no se compra ni se vende con nada, solo nuestro compromiso está en nuestra mente y corazón para que transcienda en el tiempo el legado de este médico de provincia que se convirtiera en uno de los más grandes artífices de la educación, cultura y de la diplomacia mexicana como lo fue el Dr. Pedro de Alba.
Pedro de Alba nace a fines del siglo XIX en San Juan de los Lagos, Jalisco por el año de 1887, al cobijo de la provincia mexicana que dormía y se hundía aletargada en el sueño eterno de Pax Porfiriana. Cursa sus primeros estudios en su natal ciudad, es hasta la preparatoria cuando decide emigrar a la ciudad de Aguascalientes y estudiar en el Instituto Científico y literario de Aguascalientes, centro de la ebullición intelectual pre revolucionaria; ahí con otros inquietos preparatorianos como Saturnino Herrán, Enrique González Ledesma, Manuel M.
Ponce y Los Hnos. Pani fundan la revista: “bohemio “de 1904 a 1905 y más tarde el ICA lo beca para estudiar Medicina en la ciudad de México en la Escuela Medico militar antes E.N.M que luego se especializaría en Oftalmología graduándose en el año de 1914.
Pedro de Alba fue una de las ilustres y grandes figuras del México post revolucionario, toda una luminaria intelectual y diplomática que constituyen una de esas historias dignas de rescatar, su memoria, su proyecto ideológico y su legado de gran y emblemático educador con categoría de caudillo cultural.
Así mismo fue el primer director de la Escuela Nacional Preparatoria de la naciente Universidad Nacional Autónoma de México de 1929 a 1933, allí fue maestro de Octavio Paz, de Carlos A. Madrazo, compañero de Vicente Lombardo Toledano y fraternal amigo del insigne Poeta Ramón López Velarde y que fuera redescubierto en Puebla desde hace más de 20 años por la pluma de Don Gastón García Cantú con el libro Independencia y Federalismo editado en 1994.
Pedro de Alba en su calidad de legislador federal es artífice del nuevo decreto pedagógico que postula la nueva ley orgánica transformó legal y administrativamente la Secretaría de Instrucción Pública en la Secretaria de Educación Pública, teniendo una gran colaboración con el nuevo secretario José Vasconcelos Calderón (1920-1922).
Asimismo, Don Pedro fue en 2 periodos Senador de la República por el estado de Aguascalientes posición en la que siempre defendió los intereses de los trabajadores, por ejemplo: los ferrocarrileros (1922-1926) y (1952-1958).
En su gestión como diplomático Don Pedro se distinguió en las más altas tribunas internacionales desde su papel como embajador de México en Chile, otorgándole el asilo político a Pablo Neruda entre 1947 y 1948, hasta sus cargos en la OIT, la de Subdirector de la Unión Panamericana hoy OEA de 1936 a 1947 y sus brillantes y destacadas participaciones en el IICE de 1934 a 1935, en la UNESCO como delegado de México en Ginebra, Suiza y en París, Francia de 1948 a 1960.
Por eso Don Pedro tuvo la estatura de diplomáticos como Isidro Fabela, Genaro Estrada, Alfonso García Robles, Gilberto Bosques y Jorge Castañeda.
La ideología Revolucionaria de Don Pedro de Alba fue plasmada en sus más de 500 artículos publicados en el periódico Novedades, una decena de libros y en sus acciones congruentes como político, educador y diplomático, identificándose como un ferviente defensor del panamericanismo de fuertes raíces bolivarianas, también con una visión ampliamente internacionalista y sobre todo humanista e indigenista a favor de la instauración de un socialismo autóctono, más allá de los discursos agoreros y exóticos propios de la demagogia oficial que pregonaban en ese tiempo y el de ahora: los sindicaleros, patrioteros del siglo XX y los tecnócratas neoliberales del siglo XXI por su grave desconocimiento de la historia de México.
Sus obras publicadas fueron: Fray Bartolomé de las casas, el padre de los indios, primer centenario de la constitución mexicana de 1824; Martí, amigo del indio, el panamericanismo clarividente de Bolívar; exponente del pensamiento indigenista interamericano; el Roosevelt que yo conocí; Bolívar abanderado del panamericanismo, a la mitad del siglo XX, Ramón López Velarde, ensayos y viaje al pasado, memorias, etc.
Por el año de 1933 el Dr. Pedro de Alba es comisionado por la Secretaría de Educación Pública y por el gobierno de Nuevo León para fundar la Universidad del Norte (Monterrey) misma que dio origen a la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El ÚLTIMO VIAJE
Ya caía la tarde Otoñal del 10 de noviembre de 1960, cuando en la sede de la UNESCO en Paris, Pedro de Alba y en su calidad de delegado de México ante la UNESCO, ofreció uno de sus más brillantes, vibrantes y último discurso de su vida a favor del proyecto independentista y nacionalista del CONGO ex colonia de Bélgica y ahora una joven república, y además de ponderar en ese histórico discurso las bases del verdadero papel de la UNESCO en el presente y el futuro de la humanidad.” Porque si no hay el cimiento de la educación y la cultura, no puede edificarse proyecto duradero y capaz de rendir todo su provecho”.
Más adelante vendría el desenlace fatal
Después de haber concluido su trascendente discurso Pedro de Alba regresa a su sillón que ocupaba de delegado en la UNESCO, a las 4 de la tarde e inmediatamente después le sobreviene un síncope cardiaco que luego y en el traslado de la ambulancia hacia el hospital de París, Don Pedro deja de existir al sufrir un derrame cerebral; por eso NO nos equivocamos al decir que con ese sacrificio, Don Pedro de Alba muere como un verdadero héroe mexicano olvidado por la historia oficial que no necesitó ser cosido a balazos como otros para transcender y convertirse en una figura inmortal de México para el mundo.
Cabe destacar que en mi visita a la UNESCO hace 1 año y medio, tal hecho del súbito deceso de Don Pedro de Alba fue corroborado por la gentil guía sudamericana de nombre: Pilar MorelI Vázquez quién me abriera las puertas de ésta importante catedral mundial de la educación, la ciencia, el arte y la cultura.
Además, destaco el hecho ya consignado en una publicación, que fue el escritor mexicano Octavio Paz, quién siendo consejero cultural de la embajada de México en Francia se hiciera cargo de la velación en la embajada, trámites legales y el traslado de los restos mortales del Dr. Pedro de Alba a la ciudad de México desde Paris por vía aérea, aparte del titular de la SRE Manuel Tello.
POR: José Oscar Padilla Lobato: autor y descendiente del Dr. Pedro de Alba.