Teopantlán, caracterizado por ser uno de los municipios con menores condiciones de desarrollo humano, y comparado por esta condición con países con gran rezago social del continente africano, aún mantiene entre sus pobladores la tradición prehispánica de bañarse en el Temazcal.
Ubicado al sur del estado de Puebla, a una hora de la cabecera municipal de Izúcar, se encuentra el municipio de Teopantlán, el cual es reconocido en la región porque sus pobladores utilizan el temazcal para sanar enfermedades como: la toz, los dolores de cuerpo y estomago, así como, purificar el cuerpo de las toxinas y el alma.
El termino temazcal es de origen náhuatl, significa “casa donde se suda”, el cual fue utilizado por las culturas prehispánicas del sur del país con propósitos medicinales de desintoxicación por sudoración por las infusiones de hierbas.
Cabe señalar que, también se les conoce como zumpul-ché en la cultura maya y en el mixteco, ñihi.
Actualmente, las familias del municipio de Teopantlán, tienen en su vivienda por lo menos un baño de temazcal, con la finalidad de utilizarlo para sanar algunas enfermedades.
Estos baños, se caracterizan por estar construidos por piedra o adobe de una estructura circular o cuadrada, que alcanza una altura menor del metro y un promedio de dos metros de largo, donde llegan a caber cuatro integrantes de una familia.
En su interior, se encuentra una pequeña hornilla, mejor conocidoa como Tlexctli, donde se coloca la leña que calentará el temazcal a través de una pared hecha de piedras y que, al mismo tiempo, impide el paso del humo al cuarto de baño.
De acuerdo con los ciudadanos, antes de que se introduzca las personas, se deja calentar por 30 minutos. Al entrar llevan consigo un ramo de plantas medicinales, para que se purifiquen de alguna enfermedad, y le da un olor especial al temazcal.
Asimismo, deben de llevar un balde de agua, el cual se va echando paulatinamente a las piedras calientes, para que salga el vapor. Con ello, los integrantes de las familias se purifican y se desintoxican.
Al salir del Temazcal, las personas se deben de cubrir todo el cuerpo y reposar, para que el proceso de sanación se logre.
Así es pues, que esta población que se mantiene en un rezago social, pone en alto las costumbres más viejas de México.