Los siniestros naturales siempre han existido, terremotos, huracanes, ciclones, etcétera, en la historia se registran, estos que están pasando son unos más, vendrán más por tiempo indefinido, los seres humanos sabemos que esto pasa y seguirá pasando.
Lo importante hoy es que los humanos se protejan, se prevengan, para que los efectos sean menores.
Hoy la tecnología disponible permite anticipar huracanes, ciclones, por este lado la gente sabe lo que va a ocurrir con varios días de anticipación por lo que debe tomar las medidas preventivas.
La tecnología actual no puede aún predecir los sismos, terremotos, temblores, las alarmas suenan un minuto antes de que llegue el sismo, es poco lo que se puede hacer para que la gente se proteja.
En México se recuerdan los efectos que dejaron los sismos de 1957 y 1985 en la Ciudad de México, el de 1973 en Ciudad Serdán, el de 1999 en Puebla capital, y muchos otros en la zona de Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
Se recuerda también los efectos de diversos huracanes, ciclones y tormentas tropicales, el más grave ocurrido en la Sierra Norte de Puebla en 1998, en donde murieron más de 200 personas, y daños enormes a la infraestructura.
Los siniestros naturales no respetan países pobres o ricos, le pegan a cualquiera, por ejemplo hay que recordar los efectos de “Katrina” en la costa este de los Estados Unidos hace como 10 años, o el reciente huracán en el estado de Texas que dejó muertos y cuantiosos daños.
El reciente sismo de 8.2 grados, que se registró el 7 de septiembre en las costas de Chiapas y Oaxaca, dejó más de 60 muertos y muchos daños materiales, fue uno de los más graves siniestros naturales.
En México por el sistema que tenemos son muchos los daños que causan los siniestros naturales, por una parte no existe cultura de prevención en los ciudadanos, y por otro el gobierno en general no toma medidas para enfrentar lo mejor posible los siniestros.
En México, millones de personas viven en zonas de riesgo, el gobierno no interviene para reubicarlas, llevarlas a lugares más seguros, son esas personas las que al llegar los huracanes, los sismos, no tienen escapatoria.
La gente que vive en zonas de riesgo es de bajos recursos, ahí compraron sus lotes y construyeron sus viviendas como pudieron, todos ellos están en constante riesgo.
El hecho de que existan los sistemas de Protección Civil en Puebla y México no representa protección para los ciudadanos, éstos órganos públicos sólo sirven para ver los daños causados por los fenómenos naturales, realizan la cuantificación de daños, tratan de ayudar a la gente, se envían grupos de rescate, pero nada más.
De lo que se trata es que haya prevención, que se eviten en lo posible las pérdidas humanas y hasta los daños materiales.
Se tiene que legislar más en materia de construcciones, todo tipo de asentamientos, (viviendas, escuelas, hospitales) deben de cumplir con normas, materiales, etcétera, esto con el fin de que sean lo más resistentes posibles ante los siniestros naturales.
Por ejemplo, si un edificio está construido de tal forma que resiste muy bien los sismos de 8.8 grados, entonces se generará mayor protección para las personas que lo ocupan, lo mismo se debe hacer con las demás construcciones, se deben edificar lo mejor y resistente posible.
La torre Latinoamericana en la Ciudad de México fue construida en los años 40 o 50, no lo se, tiene 44 pisos, está bien construida con la mejor tecnología de esos tiempos, con los mejores arquitectos, ha resistido todos los sismos y huracanes que se han presentado hasta la fecha, es un ejemplo claro de cómo deben hacerse las construcciones, antisísmicas.
Hoy el sistema permite por ejemplo que en materia de vivienda las empresas construyan miles de hogares de interés social, en las que se emplean materiales de mala o baja calidad para ahorrar dinero, esas casas se caen o se cuartean con sismos de baja intensidad, toda la gente que vive en ellas está en constante peligro.
Por otro lado se tiene que trabajar en la cultura de la prevención con toda la población, los ciudadanos deben saber cómo actuar en familia, en la colonia, en la comunidad ante un sismo, huracán, ciclón.
Una sociedad organizada, capacitada, informada, protegida por el sistema, por el gobierno, va a tener menos efectos negativos ante los siniestros naturales.
Los siniestros naturales no se pueden evitar, pero la sociedad y sus gobiernos pueden estar prevenidos los 365 días del año, son muchas las medidas que se pueden aplicar.
Digamos por ejemplo, en la zona del Popocatépetl miles de familias están en constante riesgo ante una posible erupción, las advertencias son muchas, el volcán está activo, sin embargo, nada se hace para prevenir y proteger a la población, hay una solución definitiva: el reacomodo o reubicación de comunidades a zonas más seguras, pero no se hace, hablan de albergues, de traslados urgentes cuando el siniestro está encima, así no funciona, lo importante es prevenir y actuar a tiempo.