Abraham Onofre / Información nacional.
Mediante un video difundido en redes sociales, se puso en el centro de la polémica al “Jardín de Niños Cándido Navarro”, ubicado en León, Guanajuato, luego de que una maestra encerrara a un alumno en el salón, como castigo por su supuesta “desobediencia”.
Esta acción por parte de la docente, generó indignación y preocupación entre padres de familia del kinder, quienes consideran inapropiada la forma en que se le castigó al infante.
En las imágenes difundidas se puede observar al menor encerrado, pidiendo ayuda a otro niño que estaba fuera del aula: «¡Quiero salir!”, “¿Tienes la llave?», gritaba desesperado el pequeño. Mientras que la profesora, aparentemente ajena a la angustia del niño, finalmente abrió la puerta y lo sacó del aula entre suspiros.
Este incidente provocó múltiples críticas sobre la forma en que se llevan a cabo las situaciones disciplinarias en el plantel educativo. El video donde se muestran las imágenes de este castigo, el cual fue grabado por una persona que se encontraba a una cierta distancia del lugar, reveló que la maestra se encontraba afuera del salón.
Posteriormente la docente sacó al niño del aula, llevándolo de la mano mientras el pequeño seguía llorando y exclamando: «¡Quiero salir!».
La video grabación contiene un mensaje claro que va dirigido a las madres de familia, donde se alerta sobre la conducta de la institutriz: «Mamás del kínder Cándido Navarro del turno vespertino, tengan cuidado con esta maestra, ya que encerró a un alumno sólo por portarse mal, creo que no es manera de educar a un pequeñito».
Ciudadanos y usuarios de las redes sociales, expresaron su rechazo hacia las medidas disciplinarias extremas, exigiendo una intervención rápida de las autoridades educativas competentes.
Hasta el momento, la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente, lo cual ha sorprendido a muchos, dado que, en circunstancias similares, la institución ha iniciado investigaciones de oficio.
Esta situación ha llevado a una mayor presión pública para que las autoridades actúen, especialmente en un contexto donde la protección de los derechos de los niños y su bienestar dentro del sistema educativo, es una prioridad social.