Emmanuel Anaya/Izúcar de Matamoros, Pue.
La intensa lluvia que azotó varios municipios al sur del estado, la noche del pasado miércoles y la madrugada del jueves, provocó el desbordamiento del río Nexapa, lo que generó la inundación de varias viviendas, se llevó parte de una casa y una barda que se ubicaban a la orilla del mismo; además afectó el Puente Viejo, acá en Izúcar de Matamoros. Afortúnamele, no se registró ningún deceso por este hecho.
Fue alrededor de las cuatro de la mañana que el agua del río empezó a subir al nivel máximo del semáforo de alerta. Para las seis de la mañana, el río ya se había desbordado y el agua se había introducido a las casas de las colonias: La joya, El Jardín y las calles Agustín Verdín y Jesús Guarneros, en Izúcar; también hubo daños en las comunidades de San Nicolás Tolentino y Ayutla.
Ante ello, las autoridades activaron los protocolos correspondientes, alertando a los ciudadanos a alejase de las orillas del río y buscar algún lugar seguro. El complejo “Mario Marín” fue habilitado como alberge temporal.
Los daños en el centro de la cabecera municipal se registraron en las viviendas de las dos calles paralelas al cauce del río. El puente de Piedra, también conocido como Puente Viejo, sufrió daños ya que la corriente, al llevar troncos y basura tapó el flujo y provocó que subiera el nivel del agua hasta pasar por encima del puente, lo que ocasionó que se desprendiera parte del barandal.
Pero si en Izúcar no hubo viviendas dañadas en su estructura, no pasó lo mismo en la comunidad de San Nicolás Tolentino, donde una familia perdió su patrimonio al impactarse un tronco contra su casa, que derrumbó parte de la vivienda que fue arrastrada por el río, junto con parte de sus pertenencias: muebles, ropa, electrodomésticos, etcétera.
Afortunadamente, no hubo pérdidas humanas, ya que la familia al ver que la corriente del río aumentaba, decidió refugiarse en otra casa; sin embargo, han quedado sin su patrimonio.
En esa misma localidad, a unos metros de lo acontecido en la casa, una barda y el puente de metal que comunicaba San Nicolás Tolentino con Ayutla, fueron arrastrados por el río Nexapa, por la basura y los árboles que llevaba la corriente.
En el trascurso del día se pudo observar la solidaridad de los vecinos que se ayudaban unos a otros a sacar el agua y el lodo de las casas afectadas por la inundación, también se encontraban realizando recorridos, personal de Protección Civil, de Cruz Roja, Bomberos y Policía Municipal.
Ante un acontecimiento como el que ocurrió la semana pasada, se le pide a la ciudadanía buscar refugio y tener a la mano los documentos personales de mayor importancia.
Este tipo de inundaciones no se había dado desde el año 2003; entonces se advirtió a las personas cuyas viviendas están asentadas en zona federal, esto es pegado al cauce del río, del riesgo que corrían. Sin embargo, hasta la fecha no han abandonado sus viviendas, lo que los mantiene en riesgo latente de una catástrofe por las crecidas del río Nexapa, provocadas por las fuertes lluvias desde su nacimiento en las barrancas del Popocatépetl, el valle de Atlixco e Izúcar de Matamoros.