#Gabriel Sánchez Andraca
La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos puede originar un cambio dramático para la Mixteca poblana, por la gran dependencia económica que la región tiene con el vecino país del norte.
El hecho de que Trump, durante su campaña haya tenido expresiones insultantes contra los mexicanos al llamarlos criminales y violadores, el que haya amenazado con deportaciones masivas de indocumentados y la construcción de un enorme muro en la frontera con México, hace temer grandes dificultades para los trabajadores de la región que han emigrado al otro lado del río Bravo.
Muchos dudan que Trump pueda cumplir sus amenazas de campaña, pues se toparía con la realidad, que no es como él imagina, pues hay una gran codependencia económica y cultural entre nuestras dos naciones.
Tal vez tengan algo de razón, sin embargo nosotros creemos que, como dijo un comentarista de televisión, no va a poder cumplir a quienes lo eligieron lo que les prometió para abatir el desempleo y la pobreza, así como elevar el bienestar de las clases medias y para aplacar el descontento que surgirá entre sus connacionales ya tiene preparado un chivo expiatorio que es México.
Entonces va a empezar con gran publicidad las deportaciones de trabajadores indocumentados y la construcción de su muro, que ya existe y que sólo tendrá que elevar su altura, establecer otros centros de control y aumentar el personal de vigilancia.
Construir un muro de casi 4 mil kilómetros de largo es poco probable. Sería una obra monumental que superaría a la Muralla China que está considerada como Patrimonio de la Humanidad, pero algo hará para tener entretenidos a los estadunidenses que le dieron su voto, que creyeron en sus promesas y que le serán difíciles cumplir.
El presidente electo de los Estados Unidos ya se está preparando para esto. Ha anunciado que en sus primeros cien días deportará a 2 millones de indocumentados, con la advertencia de que si regresan serán condenados a dos años de cárcel.
También afirma que en esos cien días se iniciará la revisión del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, México y Canadá, y que se iniciará la aplicación de un descuento de las remesas que los mexicanos que trabajan allá envían a este país, para pagar el muro.
Respecto al TLC, si no se aceptan las condiciones que él pretenda imponer, Estados Unidos abandonará el Tratado. Pero México no está cruzado de brazos por fortuna.
El Presidente Peña Nieto y sus cercanos colaboradores, de Gobernación, Relaciones Exteriores, Hacienda, Economía y Banco de México, con el apoyo de dirigentes de organismos del sector privado, están tomando medidas para evitar que los daños al país sean mayores.
El sector privado comprometió a ampliar sus ofertas de trabajo para absorber a los migrantes que sean regresados de allá, y a buscar mercados en otros países del mundo.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, ha exhortado al pueblo a pensar positivamente y a no dejarse ganar por el pesimismo.
Las remesas que se reciben mensualmente en la Mixteca y que son las que de hecho mueven la economía de la región, pues de ellas viven miles de familias, sin duda provocarán problemas inmediatos, pero se tendrán que buscar otras formas de subsistencia con los apoyos de los gobiernos federal y estatal.
Un antropólogo opinó que en este momento de gran historia, nuestro país tiene una gran oportunidad para salirnos de la tutela de los Estados Unidos que, como todos sabemos, ha determinado muchas cosas de nuestra vida nacional, en lo político y en lo económico.
Una prueba de ello es el modelo económico adoptado por nuestro país, desde el neoliberalismo impuesto desde el gobierno de Donald Reagan y acatado servilmente por los gobiernos de Carlos Salinas a la fecha.
En la situación mundial en la que todos los países se verán afectados por el gobierno estadounidense que encabezará el señor Trump, la oportunidad de salirse de ese modelo que tantos perjuicios ha originado en México, principalmente por el desempleo y el incremento de la pobreza que ha provocado, está al alcance de la mano.
Sólo queda recomendar a los receptores de las remesas que les envían desde el norte, que sean cuidadosos en sus gastos, que ahorren, pues vendrán tiempos sumamente difíciles.
La región Mixteca está en emergencia, pero de ninguna manera en peligro de muerte. Nuestros pueblos, han resistido la cruel y despiadada colonia española, las invasiones estadounidense y francesa, las revoluciones internas y ha sobrevivido, esto no es el fin del mundo.