La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el martes decidió reaccionar ante la crisis que se desató en Veracruz por la falta de recursos en las alcaldías y el abultado endeudamiento estatal que dejó el hoy prófugo Javier Duarte, gobernador con licencia del estado.
Para evitarlo, indicó, Hacienda que tiene facultades legales para pagar las participaciones federales directamente a los municipios de la entidad.
Pero lo hace ya en plan de apaga fuegos, luego de cuatro días de plantón de alcaldes panistas y perredistas, sobre todo, frente al palacio de Gobierno de Veracruz, en la capital del estado, para exigir al gobierno interino de Flavino Ríos la entrega de recursos económicos que se les deben.
También, después del amago de unos 50 presidentes municipales –poco menos de una cuarta parte de los 212 que tiene el estado– de cerrar esta semana por falta de esos recursos.
Pero, sobre todo, Hacienda reaccionó luego de que este mismo martes el equipo de transición del gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, decidió no iniciar los trabajos de entrega-recepción hasta en tanto el gobierno interino no liquide la abultada deuda que dejó la administración de Duarte.
De acuerdo con las leyes locales, el 1 de noviembre era la fecha límite para que se iniciaran los trabajos de entrega-recepción entre los equipos de los gobiernos saliente y entrante.
Se juntaron ambos equipos, pero el de Yunes Linares se levantó de la mesa de negociaciones con el argumento de que no iniciarán las pláticas para la transmisión de poderes hasta que el gobierno saliente pague las deudas que tiene con los ayuntamientos, la Universidad Veracruzana, el Instituto de Pensiones del Estado, con los maestros, empresarios, contratistas y todos los que han sido afectados por la quiebra financiera del gobierno del estado que dejó Duarte de Ochoa.
Con información de Proceso