Redacción / Nacional.
La Selección Mexicana se reencontró con el triunfo en un enfrentamiento de suma importancia contra su eterno rival, Estados
Unidos, en el Estadio Akron de Guadalajara. Bajo la dirección de Javier Aguirre, el equipo azteca mostró una de sus mejores
versiones en años, logrando una victoria 2-0 que puso fin a una racha de siete partidos sin ganar frente a los estadounidenses. La
actuación destacada de Raúl Jiménez fue fundamental para este triunfo.
México acumulaba cinco derrotas y dos empates contra Estados Unidos desde septiembre de 2019. Era un partido decisivo para el
‘Tri’. Aguirre sabía que la presión sobre sus hombros era intensa, pero los jugadores respondieron con determinación. La afición,
que llenó el estadio, dejó atrás la decepción de encuentros previos y apoyó con pasión al equipo mexicano. Este respaldo se sintió en
el ambiente y se tradujo en un rendimiento superior en el terreno de juego.
Jiménez, delantero del Fulham, se convirtió en el héroe de la noche. A los 22 minutos, sorprendió con un golazo de tiro libre,
abriendo el marcador y demostrando su calidad técnica. Su actuación no solo se limitó a marcar; también mostró una incansable
presión en el campo que fue clave para recuperar el balón y generar oportunidades. La segunda anotación llegó de la mano de César
Huerta, quien capitalizó la asistencia de Jiménez.
Con este par de goles, Raúl Jiménez alcanzó los 34 tantos con la Selección, lo que lo hace ingresar al selecto grupo de los cinco
máximos goleadores de la historia del equipo. Su rendimiento reafirmó su posición como delantero titular indiscutible en el ataque
mexicano, dejando atrás las dudas sobre su estado físico y su capacidad para liderar la ofensiva del ‘Tri’.
El partido también tuvo un momento emotivo, ya que se rindió homenaje a Andrés Guardado, quien dejó el campo al minuto 18,
marcando el fin de su notable trayectoria con la Selección.