Redacción / Ciudad de México.
En la última semana, la Ciudad de México ha experimentado varios microsismos que han causado inquietud entre la población. El primero de estos movimientos se registró el 26 de septiembre alrededor de las 12:30 de la madrugada con una magnitud de 2.5, mientras que un segundo ocurrió a las 5:30 am con una magnitud de 2.0, ambos con epicentro en la alcaldía Miguel Hidalgo. Estos microsismos también se sintieron en áreas como Álvaro Obregón y Benito Juárez.
Aunque los microsismos son movimientos de baja magnitud —generalmente menores a 3 en la escala de Richter y no representan un riesgo considerable para la infraestructura o la población, generan preocupación debido a lo inesperado de los movimientos. Las autoridades, incluidas la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, han monitoreado de cerca estos eventos y aseguran que no se han registrado daños significativos, aunque algunos residentes han solicitado inspecciones en sus inmuebles.
Estos fenómenos no son nuevos en la capital mexicana, ya que la ciudad está atravesada por varias fallas activas como la Plateros-Mixcoac, que pasa por Benito Juárez y Álvaro Obregón. Estas fallas generan pequeños movimientos sísmicos que, aunque de corta duración, son perceptibles en varias zonas de la ciudad(
Es importante que la población se mantenga informada, pero sin alarmarse, ya que estos eventos no tienen relación con los sismos de mayor magnitud que han afectado al país en el pasado(