Josue Escudero / Ciudad de México.
El fentanilo es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente; lamentablemente, el consumo de esta sustancia lleva un alza bastante considerable que está poniendo en jaque a los gobiernos mexicano y estadounidense.
En México, las autoridades de Sinaloa han confirmado el deceso de cuatro personas menores de 25 años, todas como consecuencia de una sobredosis de fentanilo. En Estados Unidos, durante 2021, se llegó a una cifra récord de más 100 mil muertes, por las mismas causas.
Los Centros de Control de Enfermedades informaron que en los últimos 12 meses más de 105 mil estadounidenses murieron por sobredosis de drogas y la mayoría, el 66%, están vinculados con opioides sintéticos como el fentanilo.
La Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) indica que el consumo de fentanilo es mínimo, pero que presenta una tendencia al alza.
Durante 2020, los estados de Baja California, Estado de México, Jalisco, Querétaro, Sinaloa y Sonora, concentraron la demanda de tratamientos en centros de atención pública por consumo de fentanilo.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) dio a conocer que desde diciembre de 2018 hasta abril de 2022 se han confiscado un total de cuatro mil 469 kilogramos de esta droga sintética.
Datos de la Administración del Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, revelan que grupos delictivos como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Nueva Generación (CNG), son los que controlan el tráfico del narcótico en Estados Unidos, lo que derivó en récord de muertes por sobredosis.
Una gran amenaza
Al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo controla el dolor y las emociones en el cerebro. Para los consumidores es difícil sentir el placer con otra cosa que no sea el fentanilo.
Entre sus efectos están la felicidad extrema, el adormecimiento, las náuseas, la confusión, el estreñimiento, la sedación, los problemas para respirar y la pérdida de conocimiento.
El fentanilo es altamente adictivo por su potencia, pues una persona que toma estas pastillas puede crear dependencia, y resulta aún más difícil dejarla por los síntomas de abstinencia que produce, como dolores en los músculos y huesos, problemas para dormir, diarrea y vómitos, escalofríos, movimientos incontrolables y deseos intensos de consumir la droga.
En México, las autoridades se resisten a hacer públicas las cifras sobre el número de decesos por ese enervante en Baja California. No a todos los muertos por sobredosis se les hace la prueba para detectar esa droga “porque es muy caro el reactivo, 3 mil pesos cada uno”, informó el Servicio Médico Forense (Semefo).
El estupefaciente fue detectado en las calles de Tijuana a principios de 2016. Con los adictos que se congregan en la canalización del río Tijuana, los carteles mexicanos hicieron sus primeras pruebas. A Mexicali llegó en 2017. El Ejército tuvo sus primeros encuentros con la sustancia en 2014, cuando algunos de sus elementos encargados de decomisos desconocían su manejo.
Las autoridades federales de Estados Unidos señalaron que los traficantes de drogas están mezclando cada vez más fentanilo con otras drogas ilícitas, en forma de polvo y pastillas, para generar adicción y crear clientes habituales, causando un mayor daño a sus consumidores.
México y EU contra el fentanilo
Todd D. Robinson, subsecretario de Estado de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley de EU, llegó a la Ciudad de México para coordinar la colaboración entre los dos países, para poder reforzar la lucha contra esta droga.
El tráfico de fentanilo en la frontera preocupa tanto a las autoridades mexicanas como a las estadounidenses, al tratarse de un estupefaciente que es más fácil de traficar en pequeños paquetes entre ambos países, aseguró Robinson.
Ambos países aseguraron tener un plan estratégico impulsado principalmente por tecnología para frenar el comercio de drogas y armas en la frontera; el funcionario de Estados Unidos aseguró que se vigila a todos los grupos del narcotráfico que operan en Tijuana.
El canciller Marcelo Ebrard aseguró que como parte del Acuerdo Bicentenario, cada cinco días se desmantela un laboratorio de fentanilo.
Ebrard señaló: “¿Qué pasaba antes? Cada tres semanas, ahora estamos cada cinco días, y nuestro objetivo es llegar a uno al día o más, lo que sea necesario para romper la dinámica, se aumentaron las confiscaciones de fentanilo en pastillas y otras presentaciones 350%”.
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, informó hace unas semanas que en los tres primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha decomisado 500% más de fentanilo respecto al gobierno anterior.
Por su parte el Departamento de Estado de Estados Unidos indicó que el viaje de Robinson a México y de una comitiva, respondía a “la necesidad urgente de acciones bilaterales para prevenir producción y el tráfico de fentanilo”.