** Nueva ley establece que todo servidor público debe recibir una remuneración adecuada por el desempeño de su función **
El Senado de la República aprobó terminar con los privilegios económicos de muchos servidores públicos, los cuales se enriquecían con los salarios que ganaban, los cuales muchas veces eran impuestos por ellos mismos.
El dictamen se aprobó con 90 votos a favor y 28 en contra en sesión ordinaria a distancia, donde se aprobó la nueva Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.
El dictamen de las comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público; y de Estudios Legislativos Segunda, declara que ningún servidor público podrá ganar más que el presidente de la Republica.
Ante esto, el senador Alejandro Armenta Mier, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, explicó que esta ley garantiza percepciones salariales justas acordes a la realidad económica nacional para quienes se desempeñan en el servicio público.
Mencionó que dicha ley busca alcanzar un equilibrio que permita que las remuneraciones de los servidores públicos tomen en cuenta la situación del país, sin dejar de considerar que su ingreso debe ser suficiente para brindar una vida digna a sus familias.
Al mismo tiempo, informa que se aplicará el principio de proporcionalidad, es decir, que a mayor responsabilidad corresponde una mayor remuneración, pero no de forma discrecional, sino con base en los tabuladores presupuestales y en los manuales de percepción que se deberán ajustar a los límites y reglas constitucionales.
Por ello, destacó que con la nueva Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos se busca de un poder público racional y austero, que generará ahorros en beneficio de la sociedad.
Señaló que también se responde a un clamor popular ignorado durante décadas, porque los servidores públicos se ponían el sueldo que querían y agregaban una serie de prestaciones en cada dependencia.
Comentó que con esta iniciativa el grupo parlamentario de MORENA en esta LXIV Legislatura demuestra el compromiso por terminar con los excesos y derroches en el ejercicio de los recursos públicos.
“Nosotros hemos manifestado nuestra convicción de que el servicio público no es una fuente de enriquecimiento, sino una noble labor que debe buscar como fin principal el bienestar de las y los mexicanos. Nunca más abusos de un servidor público de su salario para enriquecerse”, expresó el senador
Dijo que la sociedad hoy exige que la asignación de los sueldos de las y los servidores públicos no sea de manera arbitraria, por lo que es indispensable tener criterios claros, específicos y definidos para acabar con la discrecionalidad.
“El dictamen que hoy presentamos privilegia la transparencia porque establece que todas las remuneraciones de los funcionarios son públicas y todas las autoridades están obligadas a informar y a rendir cuentas con veracidad y oportunidad”, insistió.