Abraham Onofre / Atzitzihuacan, Pue.
Un nuevo linchamiento se ha registrado en la región, en esta ocasión en el municipio de Atzitzihuacan, Puebla. Este sábado 7 de octubre, tres hombres murieron a manos de una multitud en la comunidad de San Juan Amecac, quienes los acusaron de intentar secuestrar a una menor y de intentar robar en una vivienda.
Según testigos, la ira de los habitantes desbordó cuando se corrió la voz de que los hombres habían sido sorprendidos cometiendo estos delitos. Aunque la Policía Municipal llegó al lugar, los tres presuntos responsables ya habían perdido la vida debido a los golpes y quemaduras sufridas, mientras que uno de ellos fue hallado colgado de un poste de luz. Los tres hombres fueron localizados semidesnudos, maniatados y con múltiples golpes.
El gobierno de Puebla condena los hechos. En un comunicado, las autoridades estatales lamentaron el linchamiento y aseguraron que colaborarán con la Fiscalía General del Estado para investigar lo sucedido y garantizar que no haya impunidad. Los sospechosos fueron acusados de intentar secuestrar a una niña de cinco años. Hasta el momento, no se han dado a conocer sus respectivas identidades, por lo que se desconoce si eran habitantes de la comunidad.
Cabe mencionar que los linchamientos, lejos de ser casos aislados, son un ejemplo del problema estructural actual: la desconfianza ciudadana en las instituciones de justicia. Estudios de la Universidad Autónoma Metropolitana y registros de la fiscalía poblana apuntan a que estos actos son resultado de una percepción de inseguridad y falta de acción gubernamental.
Entre 2019 y 2024, el estado de Puebla ha registrado al menos 26 linchamientos, con un aumento notable en los últimos dos años. El fiscal, Gilberto Higuera Bernal, ha señalado que estos actos muestran cómo los ciudadanos han asumido roles que no les corresponden, como la captura y castigo de presuntos delincuentes, lo que es percibido como un desafío directo al Estado de Derecho.
De acuerdo con investigadores de la UAM, los linchamientos son un reflejo de la frustración social acumulada frente a la ineficacia de las autoridades para garantizar seguridad y justicia. Cuando se rompe la confianza en los mecanismos legales, suele suceder lo que ocurrió en este caso: el enojo colectivo rebasó la ley, lo que resultó en un acto de justicia por mano propia que terminó en tragedia.
Finalmente, cabe recordar que cerca de Atzitzihuacan, en el municipio de Tlapanalá, Puebla, cinco presuntos delincuentes fueron capturados por habitantes de la comunidad de Tepapayeca, quienes los acusaron de cometer robos y actividades de narcomenudeo. Desde la noche del 8 de octubre, los pobladores, armados con palos y machetes, se organizaron para detener a los señalados. Según versiones locales, el 9 de octubre, los capturados fueron golpeados, y uno de ellos, identificado como Román Gavilán, fue quemado vivo. Mientras tanto, los otros cuatro permanecieron bajo resguardo de la comunidad.
En aquel momento, la Secretaría de Gobernación de Puebla informó que, tras conocer los hechos, activó las acciones correspondientes para rescatar a los detenidos, con apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública y policías de 12 municipios vecinos. Además, personal de la Fiscalía estatal se trasladó a la zona para investigar el caso. En un comunicado, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, condenó el linchamiento e informó que iba a reforzar la seguridad en las comunidades.