Juan Rubio / Izúcar de Matamoros, Pue.
El Templo del Calvario en Izúcar de Matamoros, una joya arquitectónica ubicada en la parte occidental del centro de la ciudad y con historia que data de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, enfrenta graves problemas estructurales y de restauración. Para devolverle su esplendor original, se han estimado costos significativos que la comunidad está llamada a ayudar a cubrir.
En un reciente video de sensibilización, el comité del templo dio a conocer las necesidades actuales para su restauración. Según el presupuesto proporcionado por el artista Raúl Le Sama, se requieren 350 mil para llevar a cabo las obras principales. Entre los proyectos prioritarios se encuentra la restauración de la imagen emblemática del Señor del Calvario, cuyo rescate está presupuestado en 50 mil. Esta imagen fue resguardada en el templo de San Juan de Dios durante la época de los cristeros (1926-1930) cuando el templo del Calvario fue usado como cuartel.
El templo también necesita la reparación del portón frontal, estimada en 15 mil, y enfrentar problemas graves en el balcón, el cual muestra signos de colapso desde 2017. Aunque se han hecho intervenciones, aún falta pintura, decoración y otras mejoras esenciales. Además, una piedra gigante en la parte trasera del templo está a punto de derrumbarse y requiere atención urgente.
El comité del templo ha hecho un llamado a todas las familias locales y a los migrantes en Estados Unidos para que se unan en estos esfuerzos de reconstrucción. Se invita a los interesados a acercarse al comité para ofrecer su apoyo, destacando que la unidad será clave para lograr estos objetivos. La experiencia previa en la reapertura de la parroquia de Santiago Apóstol demuestra que, trabajando juntos, es posible superar estos desafíos.
Para colaborar y obtener más información sobre cómo apoyar la restauración del Templo del Calvario, los interesados pueden contactar al comité del templo directamente. La esperanza es que, con la cooperación de la comunidad local y la diáspora, el templo recupere su lugar como un símbolo de la fe y la historia local.